DeMarcus Cousins regresó en la derrota de los Kings ante los Spurs tras haber causado baja los anteriores cuatro partidos. Al término del mismo, el pívot admitió en público la existencia de "problemas internos" en el vestuario. "¿Son problemas relacionados con lo que pasa sobre la pista?", le preguntaron. "Para nada", respondió. "Creo que cuando hayamos arreglado estos asuntos, las victorias vendrán", comentó sin desvelar cuáles son estas carencias.

Unas declaraciones que han levantado la primera gran marejada del curso en los Kings cuando sólo se han completado dos semanas del mismo. Y aunque no lo haya citado directamente, el técnico George Karl parece volver a estar situado en el disparadero por parte de Cousins (la mala relación entre ambos casi acaba provocando la salida del jugador este verano). "Vamos a tener una reunión sólo entre jugadores. Que quede claro, creo en todas las personas del vestuario. Tenemos que permanecer juntos", destaca 'Boogie'.

Un año más, Sacramento parece condenado a repetir los despropósitos que han marcado su devenir en los últimos años. El equipo, que lleva sin pisar los Playoffs desde 2006, marcha con un balance de 1-7 y ha empleado ya siete quintetos titulares distintos. Además, en todos estos partidos han encajado un mínimo de 103 puntos. "Creo que todo el mundo tiene parte de culpa por la forma en la que nos hemos desintegrado en el último cuarto", comentó Karl tras la derrota de los suyos ante San Antonio. Y es que, todo apunta a que el técnico ya no tendrá que lidiar sólo con las discrepancias existentes entre él y DeMarcus y entre él y Rondo, sino con un vestuario que amenaza con la autogestión.