BUCKS 108 - CAVALIERS 105

Los Bucks perforan la coraza de LeBron (37) en 2 prórrogas

Los Cavaliers no perdían desde el primer partido de la temporada (28 de octubre). Kevin Love cosechó su 'doble-doble' número 300 de su carrera.

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Dos prórrogas necesitaron los Bucks para derribar a un gigante como LeBron James. El equipo de Milwaukee luchó, mucho y con la aportación de todos sus hombres (siete jugadores con más de 10 puntos), para vencer a unos Cavaliers que se quedaron a las puertas de lograr uno de los mejores arranques en la historia de la franquicia. Cosechar un 9-1 no se veía por las tierras de Ohio desde la temporada 1976-77. Finalmente, Blatt y sus chicos se quedan en 8-2, y con la sensación de que la máquina aún no está engrasada del todo. Ya no sólo por la ausencia de hombres como Irving y Shumpert, cada uno importante a su manera, sino por mostrar un mayor ímpetu en cada partido. "Tenemos que realizar un esfuerzo más sostenible durante los 48 minutos (porque) no lo hacemos", subrayó el Elegido tras acabar un partido en el que se fue a sus números más naturales, 37 puntos y 12 rebotes, y con una influencia total en la estéril supervivencia de los Cavs.

James realizó las tres acciones que alargaron el duelo más allá del tiempo reglamentario, con una pequeña (pero fundamental) ayuda de J.R. Smith. A 27 segundos del final y dos abajo (88-86), los Bucks dirigían el ataque a través de las manos de Michael Carter-Williams (17 tantos). El base se enfrentaba a Smith, que por insistencia, pesadez y veteranía logró que perdiera el balón. En la siguiente jugada, LeBron no falló. Como una locomotora entró en la zona escoltado por un Antetokounmpo (16 puntos y 11 rebotes) que sólo pudo seguir a la sombra del 23. Mate y primera prórroga (88-88). 

Fallo arbitral en el tiempo extra

Con un buen intercambio de golpes se sucedieron los cinco minutos de este primer tiempo extra, pero al final toda acaba gravitando en el jugador de Akron. Anotó 6 de los 8 puntos en ese periodo para los Cavaliers. Empató dos veces (a 94 y a 96), puso un tapón a Jerryd Bayless (17), que tuvo que bailar con él en la segunda prórroga tras la expulsión de Antetokounmpo por faltas, y falló la canasta que habría significado el nueve en el casillero de victorias para los de Ohio.

Y fue tras el tapón y antes de ese tiro de LeBron, cuando el árbitro Marc Davis erró a la hora de conceder un tiempo muerto para los de Cleveland con balón, contraataque preparado y 7 segundos por jugares. Creyó oír al banquillo visitante solicitar un descanso, pero no era así. Blatt nunca lo pidió. "Escuche al banquillo de Cleveland pedir tiempo muerto. Se lo concedí, miré a su entrenador jefe y me di cuenta de que él no había solicitado nada", argumentó el colegiado. "Todos cometemos errores, pero este fue muy grave", subrayó un Blatt que pudo disfrutar de un hecho histórico con el doble-doble número 300 de Kevin Love (24-14) desde que es profesional y sólo en 449 partidos. Casi nada.

En la segunda prórroga, el argumentario básico no cambió hasta el triple de Greivis Vásquez a dos minutos del final (106-102). En ese momento, los Bucks pudieron estirarse un poco más (y definitivamente) en el marcador con dos tiros libres de Michael Carter-Williams, que situaron un 108-102 ya insalvable para unos Cavaliers que vieron como la coraza que establecieron alrededor suya después del primer partido de la temporada ante los Bulls (28 de octubre) era perforada. Segunda derrota, pero aún líderes del Este.