SUNS 97 - BULLS 103

Butler y Gasol (17-8) sacan a los Bulls del atolladero en Phoenix

Entre Jimmy (14 de sus 32 puntos llegaron en el último cuarto) y el español sellaron el triunfo de Chicago, que se coloca como líder del Este (8-3) junto a Cleveland. Rose, baja.

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Los Bulls arrancaron su primera gira del curso por el Oeste con una valiosa victoria (97-103) en Phoenix. Fue un duelo que dominaron desde inicio y en el que llegaron a contar con una máxima renta de 17 puntos (23-40 y 25-42 mediado el segundo cuarto), pero que poco a poco se les fue complicando debido a su falta de acierto en los periodos intermedios. Una oportunidad que aprovecharon los Suns para, a partir de las penetraciones de su explosiva pareja de bajitos: Knight (23 puntos, pero de más a menos) y Bledsoe (21-6-7, de más a menos), ir recortando la diferencia. Tanto fue así, que tras dos tiros tiros libres del segundo, los locales tomaron la delantera en el marcador (88-87 a menos de 5 minutos para la conclusión). Fue entonces cuando  Pau Gasol (17-8) y un genial Jimmy Butler (14 de sus 32 puntos llegaron en el último cuarto) tiraron de galones para decidir el encuentro. De esta manera, y a expensas de la visita al Oracle Arena de Oakland en la madrugada del viernes al sábado (04:30) para medirse a los invictos Warriors (12-0), Chicago (8-3) se coloca junto a Cleveland como líder de la Conferencia Este.

Estos Bulls de Hoiberg (Derrick Rose fue baja tras sufrir un esguince en el tobillo durante el partido anterior) juegan, sin duda alguna, con un ritmo mucho mayor respecto al de la etapa de Thibodeau. Algo que, dependiendo del gusto personal de cada uno, se agradece. Sin embargo, conviene no olvidar que aún se encuentran en fase de adaptación. Lo que se traduce que, por momentos parezca que estén disputando un correcalles más que un encuentro de la NBA. Son eso, instantes como el de los minutos previos a la llegada del descanso (47-53), en los que se empeñan en realizar tiros de media y larga distancia sin apenas circulación de balón (en eso pecó un Nikola Mirotic que acabó aportando 10 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias, pero que se quedó en blanco durante todo el cuarto decisivo). Y claro, si no te entran los tiros y ves cómo tu rival va poco a poco recuperándote la ventaja, la precipitación aumenta y facilitas que el contrario anote con mayor comodidad al poder correr. Ahí tiene trabajo por delante el nuevo técnico de los de Illinois. Quien precisamente regresó a Phoenix para volver a coincidir con Jeff Hornacek.

Sin embargo, estas dudas desaparecieron llegada la hora de la verdad. Y en buena medida se debió a una gran actuación de un Jimmy Butler que sigue reivindicándose como el auténtico líder del equipo. Con 9 tantos ya dentro de los últimos 3 minutos acabó sepultando las opciones de los Suns. Otro partido en el que el escolta vuelve a rescatar a los suyos en el periodo final. Un cuarto en el que Hoibeg dispuso sobre el parqué a Hinrich (sustituyó a un Brooks que se marcho al vestuario antes de tiempo al sufrir unas molestias en los isquios), Butler, McDermott (un filón que sigue creciendo por su descaro y facilidad para anotar cuando la situación aprieta), Gibson (a día de hoy, su aportación defensiva es mayor que la de Mirotic en ataque) y a un Pau Gasol cuya eficacia y buen hacer insuflaron la serenidad necesaria para llevar a buen puerto el partido. De hecho, fue el ala-pívot catalán (enfrentado casi todo el tiempo con un viejo conocido, Tyson Chandler) quien volvió a entregar el mando a los suyos con una gran jugada culminada en mate. Lo dicho, un quinteto final que contó con la probación mayoritaria de la prensa especializada de Chicago. 

Y ahora, como decíamos, llega la primera gran prueba del algodón para los toros. En menos de 48 horas asoman por el horizonte los Warriors de Stephen Curry. Un reto que Butler afronta con muchas ganas. "Siempre quiero defender a los mejores en esta Liga, en especial a alguien capaz de anotar como él hace. Le pediré al entrenador que me deje emparejarme con él", avisa Jimmy. Aun sin saber si Rose estará disponible, se aproxima un partidazo. Uno de esos duelos que nadie quiere perder.