NETS 98 - WARRIORS 114

La fiesta de Curry y los Warriors no para: 22-0 y 26 seguidas

Stephen (28) ejerció de bombero en Brooklyn con 16 tantos en el tercer cuarto. Golden State iguala el mejor inicio de siempre a domicilio (12-0) y amenaza los Heat de LeBron.

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Si algo nos está enseñando esta temporada es que pase lo que pase, los Warriors acabarán ganando (98-114 esta noche ante los Nets). La fiesta de los campeones empieza a no tener fin: 22-0 y 26 triunfos seguidos en liga regular contando los últimos cuatro de la pasada campaña. Justo hoy se cumplen 8 meses desde su última derrota en RS: el 7 de abril en New Orleans ante los Pelicans. De ganar en la madrugada de este martes al miércoles (01:00) en Indianápolis a los Pacers del renacido Paul George igualarán las 27 victorias consecutivas de los Miami Heat 2012-13 (cuando LeBron se encontraba camino de su segundo anillo). O lo que es lo mismo, la segunda mejor racha de la historia tras el 33-0 de los Lakers 1971-72. Uno de esos récords que parecían inalcanzables, hasta ahora...

Pero tranquilos, que el menú diario de logros históricos patrocinado por Golden State cuenta con un nuevo plato que ofrecer a sus fieles. Mucho se habla del fortín en el que han convertido el Oracle Arena, pero es que a domicilio tampoco hay quien les meta mano. Un 12-0 llevan ya este curso fuera de Oakland, la misma marca alcanzada por los Knicks 1969-70, quienes hasta el día de ayer poseían en solitario el mejor arranque de siempre como visitantes. Es más, en los cuatro precedentes en los que un equipo abrió el año ganando sus primeros 10 encuentros on the road acabó conquistando el campeonato al final del mismo. Quien quiera apostar, ya sabe lo que hacer. 

Y, ahora sí, centrémonos en lo acontecido esta madrugada en el Barclays Center de Brooklyn. La tropa dirigida por el interino Luke Walton no olvida el susto que estos Nets sumergidos en las profundidades del Este (sólo los Sixers empeoran su 5-15 de balance) les dieron hace tres semanas cuando Brook Lopez tuvo un palmeo para evitar la prórroga e inflingirles así su primera derrota. Así que espoleados por dicho recuerdo y con un Klay Thompson inspirado (12 de sus 21 puntos llegaron en el primer cuarto) y cada día más cerca de su versión de hace un año, Golden State abrasó a los anfitriones con su ritmo demoledor. El 16-30 con el que se cerró este acto inaugural invitaba a dar la batalla por finalizada. Pero no fue así. Y esto también es de agradecer. Los Warriors, y en especial Stephen Curry, siempre nos regalan algo que contar.

Con Thaddeus Young (25-14) al mando de las operaciones y la notable aportación de su segunda unidad, los de Lionel Hollins se marcharon al descanso con un parcial de 12-0 que dejaba un muy ajustado 54-57 en los marcadores del reino de Mikhail Prokhorov: el magnate ruso y dueño de los Nets no quiso perderse el partido. La tónica no varió tras la reanudación, Brooklyn seguía subiéndose a la chepa de los actuales campeones y con un triple de Larkin (13 tantos y 6 asistencias para el base suplente) lograban una ventaja de 5 puntos (75-70 a 3:10 para el final del tercer periodo).

Aparece don Stephen

¿Cuándo iba Golden State a meter una marcha extra? En ese mismo instante. Curry, desaparecido para lo que nos tiene acostumbrados hasta entonces, decidó que había llegado el momento de jugar. Y vaya festival, en colaboración con un gran Draymond Green (22-9-7 para volver a rozar el triple-doble), que se marcó. Parcial de 17-5 para cerrar el cuarto con 11 puntos del MVP. En total, 16 en dicho periodo para firmar una estadística final de 28 tantos (11/17 en tiros y 5/9 en triples) y 5 rebotes.

Faltaba por ver si Brooklyn sería capaz de reaccionar de nuevo en los últimos 12 minutos. No pudo porque, ahora sí, el banquillo de Golden State funcióno a las mil maravillas (como casi siempre suele hacer). Leandrinho Barbosa ejerció de capitán general y con él al frente, los californianos no tuvieron mayores problema para sellar exitosamente su particular back to back (venía de jugar en Toronto 24 horas antes). Ya lo ven, pase lo que pase, siempre acaba ganando el mismo. ¿Hasta cuándo?