¿La buena noticia para los seguidores de los Grizzlies? Esta vez no fueron humillados... Probar no le bastó a David Joerger. La franquicia de Tennessee mandó en el marcador durante gran parte del choque, pero los Osos fueron incapaces de anotar un solo punto en los últimos 2:50 de partido y Dwyane Wade hizo el resto: 11-0 de parcial para finalizar el choque y victoria para unos también necesitados Miami Heat. Los locales, que venían de perder tres encuentros consecutivos contra rivales directos por más de 10 puntos (Wizards, Hornets y Pacers), encontraron contra los Grizzlies justo lo que necesitaban, una gran remontada que les podría ayudar mucho en los próximos compromisos. "Estoy acostumbrado a verle hacer este tipo de cosas", decía Mario Chalmers sobre Wade después de jugar su primer encuentro en el American Airlines Arena como visitante. Marc Gasol solo pudo aportar 12 puntos y siete rebotes, pero acabó el partido con un +9 en sus minutos en cancha, el mejor de los suyos.

Joerger lo intentó. Zach Randolph salió desde el banco por primera vez en más de dos años y Matt Barnes ocupó su puesto en el cinco inicial. Algo hay que cambiar, debió pensar el técnico. Y no le salió mal. Sus Grizzlies dominaron el partido y Barnes, 13 puntos y 13 rebotes, cumplió como titular. Sin embargo, y pese a los esfuerzos del mejor Jeff Green de la temporada (26 tantos), a los de Tennessee les falló la ejecución. Tras mandar hasta por 16 puntos durante el choque y no perder el liderato en los primeros 23 minutos de la segunda mitad, los visitantes no fueron capaces de encontrar la red en sus últimos siete ataques: seis tiros fallados y una pérdida de balón. "Hemos tenido muchas opciones de llevarnos la victoria. Todo tipo de tiros abiertos que no conseguimos encestar. Necesitábamos meter un tiro en los últimos dos minutos y medio. No lo hicimos. Ellos tenían que anotar en seis posesiones seguidas y sí lo consiguieron", dijo tras el partido un David Joerger que ha visto caer a sus pupilos en cuatro de los últimos seis partidos. Y las dos victorias (vs PHX y @ DET) llegaron de milagro y en el último suspiro.

No fue uno de los mejores partidos de la carrera de Dwyane Wade (14 puntos). Ni mucho menos. Sin embargo, el escolta tiró de experiencia y galones para anotar las dos canastas más importantes del partido. "Sabía que el balón iba a acabar en mis manos", admitía Wade al acabar el choque. El tres veces campeón de la NBA puso a los suyos a solo un punto con una bandeja a un minuto de la conclusión y, tras otro fallo de los Grizzlies, anotó el tiro ganador a 22 segundos del final. Como siempre, decisivo. "Cuando no sabes bien qué hacer, él siempre es una gran opción: balón al Hall of Famer", añadió Erik Spoelstra después de que su, todavía, jugador franquicia diera un triunfo importantísimo a los de Florida.