GRIZZLIES 112-LAKERS 96

Los Lakers de Kobe (19 puntos), un bálsamo para los Grizzlies

Kobe no iba a jugar por molestias en una rodilla pero decidió hacerlo "por los fans" de Memphis. Otro partido manso de los Lakers ante un equipo superior. Marc, 16+3+6.

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La buena noticia para los Grizzlies es que están mal, seguramente rematadamente mal, pero no están tan absoluta y rematadamente mal como para sufrir contra los Lakers en su pista (112-96). Estos Lakers de Byron Scott no sólo no ganan sino que apenas compiten en este tipo de canchas y antes de empezar, jueguen mejor o peor (mal o regular), se sabe que en algún momento estarán por encima de los veinte puntos de desventaja. Esta vez, 82-61 en el tercer cuarto hasta el 101-76, pico en el último. Con su inconsistencia genética en defensa y un ataque basado en que un jugador agote jugadas por encima de su talento individual o momento de su carrera (asterisco introducido para sacar a Kobe da la ecuación del talento), los Lakers pasaron como el alma en pena que son por Tennessse, donde ahora mismo cualquier ayuda del rival es bien recibida.

Los Lakers están 5-26, poniendo piedras para conservar su pick en el draft (será top 3 o será de los Sixers), y 1-17 contra el Oeste. James Worthy dijo tras el partido que los jugadores “o no creen en el entrenador o se creen demasiado buenos para las cosas que intentan”. Es difícil saber cuanto hay de lo segundo (salvo en el caso de Nick Young: mucho), pero hay bastante de lo primero. El caso es que el partido fue plácido para los malheridos Grizzlies, que asoman por encima del 50% (17-16) y que están 13-2 en sus partidos contra equipos por debajo de esa barrera de la mitad de victorias. Mal síntoma para lo que en verano era un aspirante (al final del vagón, pero en el vagón) y ahora es un equipo cuya identidad se va fundiendo al negro, camino de los títulos de crédito. El quinteto pequeño con Lee (13 puntos), Barnes y Jeff Green (17) sirve para partidos como este. Pero para las grandes batallas… Conley terminó con 19 puntos y 5 asistencias, Randolph con 16 y un par de buenas lecciones a ese Julius Randle que tiene alguna cosita de él, y Marc Gasol con otros 16, 3 rebotes y 6 asistencias. Sólo jugó 23 minutos porque a los Lakers se les gana por simple inercia. Con sólo pisar la pista.

Así que en un partido sin historia, la única historia fue Kobe Bryant, otra vez. Nadie le ha metido más puntos a los Grizzlies en total (1.603) ni en un partido (60), y tendrá ocasión de despedirse del FedEx Forum el 24 de febrero. Pero por si acaso alguna lesión se lo impide, jugó este partido aunque llegó con problemas de rodilla y la idea de descansar: “Nada más bajar del autobús y ver a tantos seguidores, decidí que no podía quedarme sin jugar, se lo debía a esa gente”. Así es ese tour de despedida de Kobe que Nick Young ha definido como “llevar una vida de estrella del rock”. Hoy parada en Charlotte, donde Kobe ya no volverá a jugar y donde por lo tanto también lo hará, problemas de rodilla al margen. En Memphis, anotó 19 puntos (6/15 en tiros) y jugó sólo en el primer y el tercer cuarto. En el arranque firmó 14 puntos (32-23, primer parcial), con un par de triples de recuerdo para esos fans de Memphis, que vieron alguna cosita muy puntual de Randle y Russell y el mejor partido de la temporada de Larry Nance (17 puntos, 11 rebotes), cuyas virtudes para el combate le perfilan como una buena pieza por relación calidad-precio (número 27 del pasado draft).