Importantísimo y polémico triunfo el logrado por los Chicago Bulls como broche final a su irregular 2015. Decimos importantísimo por la manera en que se consiguió (tras un estupendo alley-oop protagonizado por Pau Gasol y Jimmy Butler, héroe absoluto con 28 tantos, a 1,2 segundos de la conclusión de la prórroga) y ante el rival ante el que se logró: los Pacers. Y decimos polémico porque pudo haber contacto (parece que así fue) del propio Butler sobre Paul George en la jugada siguiente, cuando Indiana buscaba a la desesperada forzar un segundo tiempo extra. Pese a las protestas de un Frank Vogel que saltó al parqué como un resorte, los colegiados no lo vieron así y dieron por buena la victoria de los de Illinois, su segunda consecutiva en estos convulsos tiempos por los que atraviesan. Fiesta de fin de año en United Center repleto hasta la bandera.

Fue un encuentro en el que los Bulls volvieron a repetir los errores que vienen haciendo a lo largo de todo el curso. Con un espléndido Aaron Brooks (29 puntos y 5 asistencias en su función de microondas), quien contó con muchos minutos ante la baja de Derrick Rose por problemas en el isquiotibial derecho, Chicago se despegó en el segundo cuarto. Tras el descanso, una canasta de Pau puso la máxima ventaja en el marcador (54-40). Pero ya saben, este equipo no está hecho para tener días plácidos. De la mano de George Hill, los Pacers reaccionaron y en unos pocos minutos dos tiros libres de un Monta Ellis que ya por fin se ha adaptado a su nuevo equipo obraron la remontada: 60-61. 

Entonces entramos en una fase de tuya-mía. Una sucesión de canastas que parecía que iba a desembocar en triunfo visitante. Enceste de Paul George y 84-89 a menos de un minuto. Pero al rescate acudió Jimmy Butler. No encontró mejor forma de aplacar la marejada que él mismo desató hace unos días criticando a Hoiberg (luego veremos qué dijo tras verse señalado en la diana) que anotando 7 tantos que forzaron la prórroga. En ella, un triple de Ellis a 3,7 segundos acto seguido de haber errado uno en la misa posición, parecía encaminarse hacia una nueva prolongación (algo que en Chicago parecen haber cogido el gusto: acuérdense de aquel reciente encuentro ante los Pistons).

Pero ya saben, entonces entre Gasol (al final decisivo y, pese a su 4/14 en tiros de campo, con un nuevo doble-doble en el zurrón: 13 tantos y 11 asistencias), su pase y el toque de dedos al más puro estilo voleibol de Butler ("hay que apuntárselo a Pau") trajeron la felicidad que el United Center tanto necesita.

Butler y Hoiberg

Tras la victoria, el escolta habló ante los medios. A su manera, quitó hierro a sus propias declaraciones en las que cargaba contra la pasividad del técnico, Fred Hoiberg. "Quiere que asuma la responsabilidad en todo momento. Está aprendiendo que soy una persona con muchos cambios de humor. No soy un gran comunicador, pero él siempre habla conmigo. Me permite ser tal y como soy", concluyó Butler.