Durante el training camp de los Wizads se hizo público el acuerdo al que habían llegado John Wall y Howard Eisley, uno de los técnicos asistentes de la franquicia capitalina. Este consistía en una simple apuesta: por cada partido en el que el base perdiera más de dos balones, este le debería pagar 100 dólares. Una iniciativa que no tenía otro objetivo que el de estimular a Wall a tener un mayor cuidado de las posesiones.

Sin embargo, antes de la visita de los Raptors a DC (saldado con triunfo para los candienses), descubrimos que dicha apuesta nunca llegó a entrar en vigor. Al enterarse de la misma a través de los medios de comunicación, la NBA telefoneó a mediados de octubre al jugador para informarle de que dicho acuerdo iba contra las normas de la Liga. "La hicieron saltar por los aires antes de que empezara la temporada. Son cosas del protocolo de la competición", reconoció el protagonista a la web de la CSN.

Quizá sea ese uno de los motivos por los que está completando su tope histórico en pérdidas (hasta la fecha promedia 4,4 por noche cuando su media de carrera se sitúa en 3,7). Aunque, eso sí, a su bolsillo no le ha venido mal del todo. Por el momento, el base se ahorrado ya 2.700 dólares. Pero, ¿cómo está saldando el compromiso adquirido con Eisley? "A veces le invito a cenar", explica el jugador.