Anthony Davis asaltó Detroit con un partido sencillamente descomunal. El ala-pívot emergió como el jugador total del futuro y máximo exponente de la nueva generación para dar el triunfo a los Pelicans (106-111) ante los Pistons gracias a sus !59 puntos y 20 rebotes! Una actuación que adquiere una mayor dimensión cuando uno echa la vista atrás. Desde este domingo, es el jugador más joven de siempre en firmar 59 tantos en un partido de la NBA. A sus 22 años y 347 días (cumplirá 23 el próximo 11 de marzo) supera a mitos como Jerry West (el logo de la Liga) o el mismísimo Michael Jordan (ver imagen que acompaña a esta crónica). Es más, sólo Bob McAdoo firmó un 50+20 antes, en la temporada 1973-74. Sencillamente asombroso. O elijan el calificativo que prefieran.

Sigamos intentando comprender la magnitud de lo que 'La Ceja' ha hecho esta noche. Desde que a Wilt Chamberlain le diera por firmar sendos 60+21 y 66+27 en el curso 1968-69, sólo Shaquille O'Neal había superado los 55 puntos y 20 rechaces en un encuentro. 'Diesel firmó' un estratósferico 61+23 el 6 de marzo del 2000 en el triunfo de los Lakers en el derbi angelino ante los Clippers (103-123). Es decir, en los últimos 47 años sólo Shaq y AD han logrado un 55+20 en la mejor liga de baloncesto del planeta. Si rebajamos la cifra anotadora a los 50, encontramos que desde la campaña 1983-84 únicamente se une a este selecto club Chris Webber.

Más récords

"Todo el mundo en el banquillo decía: 'Tío, son muchos puntos", comentó el protagonista. No es para menos: con estos 59, Davis acababa de firmar la mejor anotación en lo que llevamos de temporada. De hecho, no se veía una cifra similar en la NBA desde que LeBron James se disparó hasta lo 61 en marzo de 2014 ante los Hornets. Por entonces, el alero aún vestía la camiseta de los Miami Heat. Por supuesto, dicha marca es la mejor en la historia de unos New Orleans Pelicans que se hicieron con un tesoro de dimensiones aún desconocidas en el draft 2012 (número uno).

Ante un tal Drummond

Esta hazaña de 'The Brow' tiene aún más mérito al desvelar los defensores que tuvo enfrente: Andre Drummond (21+14, pero totalmente ensombrecido) y Marcus Morris. Ante ellos sumó 34 de sus puntos con un 16/19 en dichos tiros de campo. En total se disparó hasta un 24/34 (70,6% de acierto, incluyendo un perfecto 2/2 en triples) y un 9/10 desde la línea de personal. Todo ello, repartiendo 4 asistencias y perdiendo un único balón.

El Palace es suyo

Era un partido importante para los Pelicans si aún tienen en mente jugar los Playoffs. Así que al descanso, Davis sumaba 26 tantos y 40 al final del tercer cuarto... dejando otros 19 para el acto definitivo, en el momento en el que se decidió el encuentro en un Palace de Auburn Hills que presenció la mayor explosión anotadora desde que en 1988 los Pistons empezaran a jugar en él. Un triple de Reggie Jackson (el mejor en los locales con 34 puntos) pudo haber apretado el marcador en un hipotético 110-111 con 37 segundos por disputars. Pero la exhibición de Davis no hubiese sido lo mismo con una derrota, así que el balón rebotó en el aro. Jrue Holiday (20 y 9 asistencias para un base que está de nuevo —gran noticia— en su mejor versión) decidió desde la línea de tiros libres la noche en la que el jugador del futuro nos dejó boquiabiertos.