Camino de intentar batir el mejor balance de la historia en una sola temporada, los Golden State Warriors siguen batiendo récords en la NBA. Del mejor inicio de siempre (24-0) han pasado a establecer la mejor racha de todos los tiempos de un equipo como local en temporada regular. Los 45 partidos que llevan sin conocer la derrota (insisto en Regular Season) les han permitido escribir una nueva página en letras de oro dentro de la enciclopedia de la NBA. Para ello, han hecho saltar por los aires la marca de 44 encuentros consecutivos de los Bulls sin conocer la derrota en el United Center. Aquel equipo formado por Michael Jordan, Scottie Pippen y con Phil Jackson en el banquillo permaneció invicto entre el 24 de marzo de 1995 hasta el 8 de abril del 96, fecha en la que los Charlotte Hornets asaltaron Chicago por un ajustado 98-99 que un último lanzamiento de Toni Kukoc erró.

Precisamente, en aquellos Hornets (el que equipo del que ahora es propietario Jordan) un tal Dell Curry salió desde el banquillo para anotar 19 puntos. El padre del jugador que ahora acapara todos los focos en la NBA: Stephen Curry. El genial base de los Warriors anotó 41 puntos esta madrugada parar acabar con los Magis y dar a Golden State en solitario un nuevo récord histórico. El Oracle Arena se ha convertido en un fortín inexpugnable que luce ya un 45-0 (cifra que amenaza con seguir creciendo) y que ha visto a su equipo sumar 630 puntos más que los rivales en dicha racha (una diferencia media de +14).

405 días han pasado ya desde aquel 27 de enero de 2015. Ese fue el día en el que todo empezó. La fecha del último KO de los actuales campeones en Oakland (luego cederían en los Playoffs ante los Grizzlies y los Cavaliers). Su verdugo, los Bulls. Un step back de Derrick Rose a 7 segundos para el final de la prórroga dio el triunfo a los visitantes (111-113). De no haber sido por su aparición, quizá ahora estuviésemos hablando de un estratosférico 65-0. Antes de caer ante los de Illinois, venían con una racha ya de 19 partidos sin caer ante su público. En total, el curso pasado e incluyendo ahora sí los Playoffs, su balance como local fue de 48-4. En esta campaña, aún no conocen la derrota (27-0) y, junto a los Spurs, tienen en su mano acabar sin perder en su feudo. Lo dicho, el Oracle Arena, la casa de los Warriors es un fortín (¿casi?) inexpugnable.