WARRIORS 128 - BLAZERS 112

Recital de Curry y Thompson (71) en un duelo histórico: ¡37 triples!

Stephen se convierte en el jugador más joven en llegar a los 1.500 tiros de tres. Los Warriors aplastan a los Blazers al descanso y siguen mejorando a los Bulls: 58-6.

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Ver un partido de los Warriors supone vivir una cita con la historia casi a diario. El equipo de La Bahía nos ha acostumbrado a presenciar sus andanzas con papel y boli al lado para recopilar el reguero de cifras que van deparando. incluso en noches como la de hoy, en la que se vengaron de los Blazers con la contundencia del que luego se deja ir (128-112 fue el resultaod final) porque se ve y sabe muy superior. Sin embargo, los 37 triples que entre ambos convirtieron suponen un nuevo récord en un partido NBA. Un encuentro que se convierte en el mejor paradigma posible de los nuevos tiempos que corren: la época del triple y del small ball. Golden State firmó un 18/40 (45%) desde más allá del arco, por el 19/36 (52,8%) de Portland. Ambas franquicias tiraron mejor de tres que de dos. Ahí lo tienen.

Pero todo ello, insistimos, sin la presión de los grandes duelos. Los Warrios, con su 58-6 continúan mejorando a los Bulls del 72-10, pasaron el rodillo para marcharse 40-27 al término del primer cuarto y firmar ¡81 puntos al descanso! (81-61). La  segunda mejor marca del curso (los Kings consiguieron 83 ante los Suns): hasta en 51 ocasiones algún equipo no ha llegado a esa cifra en 48 minutos. Una proyección de 162 tantos. Quizá no haya que viajar durante meses para visitar Marte... Un recital ofensivo que, cómo no, lideraban los Splash Brothers: 46 puntos al descanso para un total de 71 al final con un 15/25 en triples. Y, cómo no, Stephen Curry (34 puntos en 29 minutos) continúa agrandando su leyenda. A dos días de cumplir los 28 años suma ya 1.502 triples anotados (de 3.380 intentos para un 44,44% de acierto). El más joven en llegar a esa cifra. O lo que es lo mismo, un día más en la oficina para el (extraoficialmente) doble MVP. En proyección de superar la supersónica barrera de los 400 en una sola temporada: de seguir a este ritmo y disputar los 18 encuentros que les resta a Golden State, se iría a los 403. Por su parte, Klay Thompson se fue hasta los 37 (8/11 en triples) y un +35 para la Dub Nation con él en cancha.

El problema de forzar

De los únicos peros, por no decir el único, que se les puede adivinar a los de Steve Kerr es el del desgaste. Mientras el resto de equipos se dejan ir para llegar al mes de abril a tope, la posibilidad de establercer el mejor récord de todos los tiempos en Regular Season supone una motivación extra para salir al 100% cada noche (por mucho que el propio Kerr haya dicho lo contrario). Lógicamente, el riesgo de lesiones aumenta. De ahí el silencio sepulcral de un Oracle que vio la victoria consecutiva número 47 de los suyos cuando, tras un fortuito choque de rodilla con rodilla con Noah Vonleh, Curry se retiró cojeando en el tercer cuarto camino de los vestuarios. Otro que también dio el susto fue Andre Iguodala. Tras dejar sin cintura, tobillos y por los suelos a Gerlad Henderson, el mejor jugador de las últimas Finales se retiró del duelo por un esguince en el tobillo izquierdo. Sin embargo, las primeras exploraciones descartan cualquier gravedad. Aunque eso sí, es duda para recibir esta misma madrugada (04:30) a los Suns.

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No revancha, respeto

Los Blazers fueron el rival que en el primer partido tras el parón por el All Star infligieron a los actuales campeones su quinta derrota del curso. "No pienso que se tratara de ninguna revancha, sino de una cuestión de respeto", acertó a decir un Steve Kerr que disfrutó de lo lindo con el show de sus pupilos. Por aquel entonces, un enorme Damian Lillard destrozó al equipo del momento. Sin embargo, tras los 51 puntos que logró en Oregón, el oriundo de Oakland ("la ciudad está muy orgulloso de él", le alabó el propio Kerr) no tuvo su noche. No sólo sufrió en defensa para parar a Curry, sino que se quedó en 17 tantos con una pobre serie de 5/19 en tiros. Pese a ello, sigue sin existir pero que valga a la temporada del base y Portland, sextos del Oeste y con un margen de 3,5 partidos de ventaja sobre los Jazz (novenos). Los Warriors, ya lo saben, parecen jugar en otra liga. Lo suyo es una batalla contra lo más selecto en la historia de la NBA.