El miércoles jugará su último partido como jugador profesional Kobe Bryant. Ante Utah Jazz, en el Staples Center y en una noche que promete ser legendaria… y extremadamente cara. Ya se ha sabido en los últimos días que el precio de las entradas es prohibitivo y que el merchandising incluirá excentricidades como una gorra de piel, oro de 18 quilates… y 38.000 dólares de precio.

Ya van trascendiendo también detalles de lo que sucederá en el Staples en una noche tan especial, y que está diseñando el publicista John Black, que ha creado una palabra para bautizar a un evento cuya dimensión no deja de aumentar: Zircus, la mezcla de zoo y circus: zoo y circo.

Al partido acudirán hasta 30 excompañeros de Kobe en los Lakers. Entre los confirmados, de Shaquille O’Neal y Robert Horry a DJ Mbenga y Adam Morrison. Los Lakers están rechazando solicitudes de acreditación para medios “a cientos” y temen verse desbordados: “para las Finales suele haber asiento para unos 600 periodistas, pero la expectación actual supera incluso eso”.

Como Kobe Bryant no quiere regalos en público, los Lakers le darán los suyos antes del partido pero en un acto privado. Después, Flea (bajista de Red Hot Chili Peppers) tocará el himno de Estados Unidos en la versión de Jimy Hendrix. Mientras, los productores de la película sobre el último año de Kobe que se está gestando desde noviembre, han pedido permiso para meter cinco cámaras en el Staples cuando lo normal es una o como máximo, dos. Todo, está claro, va a ser a los grande esa noche. Es el adiós de Kobe, es el Zircus.