Los Chicago Bulls ya están de vacaciones. Sin posibilidad algo de disputar los playoffs por el título de la NBA, el equipo de Illinois tomó la decisión de no forzar más la máquina de algunos de sus principales jugadores. Así, en su intrascendente victoria frente a los New Orleans Pelicans (116-121), no participaron ni Gasol, ni Rose, ni Gibson, ni Moore. "Pau no jugará los dos últimos partidos", informo Hoiberg antes del duelo en Nueva Orleans.  "Los aficionados no pueden ni imaginarse el gran esfuerzo y sacrificio que ha tenido que hacer para poder jugar cada partido al máximo con la inflamación que le afecta la rodilla". El internacional español cierra, de esta forma, una campaña frustrante en lo colectivo, pero buena en lo personal con 16,5 puntos y 11,0 rebotes de media (su tercer mejor marca en las 15 temporadas que lleva en la NBA). Además, ha logrado disputar 72 encuentros a pesar de sus constantes problemas físicos (es la tercera vez que supera los 70 en 10 cursos) y ha finalizado con 46 dobles-dobles. Sumando este y el pasado año, el ala-pívot llega a la centena: segunda mejor marca tras Andre Drummond con 114.

Con estas ausencias, Fred Hoiberg ("Soy el primer responsable de lo sucedido", reconoció) puso en liza su cinco titular número 24 de la temporada: Holiday, Butler, Dunleavy, Mirotic y Cristiano Felicio. El brasileño realizó otro gran partido. Acabó con 16 puntos (empata el récord personal obtenido ante los Cavaliers) y 6 rebotes. Sólo falló dos de sus ocho tiros de campo. No está mal para un pívot que era el último (o más atrás) de la rotación junto a Bairstow. Su aportación se unió a la del resto de un equipo que fraguó la victoria en el acierto en el lanzamiento. Los Bulls lograron un 57,1%, su máxima del año. Aunque su rival tampoco se quedó corto: 51,3% con casi un 47% desde el triple. Unos números que demuestran porque el partido se resolvió en los últimos instantes de un duelo que ya olía a próxima campaña.

Los Pelicans comenzaron mandando. Llegaron al descanso nueve arriba (62-53) con una gran aportación de James Ennis (29 puntos al final), Frazier (20) y Tony Douglas (21). Fue el base el que situó el marcador con el +10 (45-35), situación que repetiría minutos después Asik (59-49). ¡Lastima que los Pelicans hayan sido castigado tanto por las lesiones y por un mal inicio de temporada! Es una de las grandes decepciones del año viendo el potencial acumulado alrededor de Anthony Davis (baja hasta final del verano). Pero así es la vida. Tanto Bulls como Pelicans eran candidatos a los playoffs en sus respectivas conferencias y ahora sólo juegan pachangas. 

Aunque esto no va del todo con Jimmy Butler. El escolta, con ilusiones por estar en los Juegos Olímpicos con los Estados Unidos, realizó otro partido soberbio. Reconoció que sus problemas físicos habían lastrado al equipo, que sus actuaciones no habían sido las mejores para cumplir con el primer objetivo del curso. Con esa sinceridad, saltó a la cancha de Nueva Orleans con funciones de todoterreno: subir el balón, anotar y liderar. Tras el empate a 108 a tres minutos del final, cogió las riendas de los suyos con nueve puntos seguidos (acabó con 23 y 11 asistencias, a una de empatar su mejor marca personal) provocó un parcial definitivo de 9-3 (117-111) que acabaría rematando Mirotic desde la personal (113-121). El hispano-montenegrino llegó a los 20 con 2/7 desde la línea de tres. A Pelicans y Bulls sólo les queda un partido más para poner punto final a este suplicio. Vendrán tiempos mejores. Imagino.