El Barcelona sigue luchando contra su historia. Nunca hasta ahora había remontado una eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga con el factor campo en contra y parecía que con el 2-1 a su favor y con el Palau Blaugrana como talismán iba a lograrlo el jueves, pero no pudo ser.

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Tampoco se mejoró el domingo la imagen en el choque liguero ante el Real Madrid (86-91) donde la irregularidad fue decisiva. Los de Pascual llegaron a ganar de 16 puntos (36-20, m.14). El Madrid reaccionó, pero en el último cuarto, cuando un 2+1 de Arroyo dejaba el marcador en 74-65, (m.31), un parcial de 0-15 dejaba el marcador en 74-80 a dos minutos del final. En solo seis minutos se vino abajo todo el esfuerzo azulgrana durante 35 minutos y una nueva advertencia para el martes.

La primera llegó el jueves, cuando el Lokomotiv, con un Anthony Randolph extraordinario (28 puntos y 7 rebotes) fue capaz de igualar la eliminatoria europea tras una prórroga demoledora (80-92) y devolverla a Krasnodar donde hoy va a obligar a los de Xavi Pascual emplear su mejor baloncesto si no quieren quedarse sin estar en la Final Four por segundo año consecutivo.

El técnico azulgrana sigue con la duda de Joey Dorsey, que ha viajado con el equipo como factor desequilibrante ante una batería interior rusa demoledora que con Randolph, Singleton y Claver que aporta, con 35,8 puntos y 15,3 rebotes por partido casi el cincuenta por ciento (el 48) de ambos apartados de su equipo.

Delante, los azulgrana, con Doellman, Samuels y Tomic, totalizan 27,3 puntos y 12,3 rebotes, poco más del 33 por ciento y Dorsey podría hoy cambiar la dinámica apoyado por Shane Lawal que reapareció el domingo, pero su presencia fue testimonial. Aunque el otro problema para Pascual es que en la línea de bases, Satoransky, que está cargando con el peso de la eliminatoria, y Carlos Arroyo promedian 10,8 puntos y 7,8 asistencias frente a 21,7 puntos y 6 asistencias de Malcom Delaney y Dontaye Draper; un desequilibrio peligroso.

El Barcelona ya sabe lo que es ganar en la pista rusa. Lo hizo de manera contundente en el segundo partido de la serie (64-92) con porcentaje increíble en triples (16 de 26), pero el jueves en el Palau se quedó en 6 de 28.

La fuerza azulgrana reside en sus rotaciones y la irregular efectividad de Abrines, Navarro, Ribas y Perperoglou. En esta serie han aportado 34,8 puntos por partido (el 44 por ciento del equipo). Y en ellos puede estar otra de las claves ya que el rival apenas tiene rotaciones y físicamente pueden notarlo cuando el choque final llegue al momento de la verdad.

Dominar el ritmo del partido y del marcador desde el primer minuto, sin dejar evolucionar a Delaney y Randolph con una defensa sin concesiones es la última oportunidad para que el Barcelona esté en la Final Four de Berlín el próximo 13 de mayo.

Pascual: "Decidirán los pequeños detalles"

"Los pequeños detalles en ataque y defensa están decidiendo cada partido de esta serie. Debemos tener continuidad en nuestro juego, solidez en defensa y mejorar nuestros porcentajes en triples, porque fueron decisivos en las dos derrotas (5 de 20 y 6 de 28). En mi cabeza no cabe la derrota. En el caso de no ganar responderé, ya sabemos cómo funciona este circo".

Bartzokas: " Si controlamos las emociones podemos ganar"

" Debemos mantener la fortaleza mental del cuarto partido y controlar nuestras emociones. Excepto en el segundo partido, en el que fuimos superados claramente, el resto se han decidido por pequeños márgenes. Si jugamos sin ansiedad tendremos opciones de superarles hoy".

Satoransky: "Hay que evitar que tengan canastas fáciles"

"No podemos permitir que vuelvan a tener canastas fáciles. Tienen mucho talento individual y tenemos que frenarles en el uno contra uno y superarles por velocidad, solidez en defensa y potencia física".

Randolph: "Hoy es nuestra gran oportunidad"

"Seguimos en la eliminatoria porque estamos luchando al límite, tal como lo hemos hecho durante todo el año y ahora estamos a un solo partido de nuestro sueño y es nuestra gran oportunidad. Ellos tienen grandes jugadores y en cada partido uno puede ser determinante, pero contamos con nuestra afición para que nos lleve a la victoria".