Se acabó la temporada de los mejores San Antonio Spurs de la historia (67-15). Los Thunder, ajustando tras un primer partido en el que los texanos arrasaron, han conseguido eliminar a uno de los más firmes candidatos, con tres victorias seguidas (games 4, 5 y 6) y una intensidad defensiva que no habíamos visto en mucho tiempo en Oklahoma City. "Nos encontramos con un mejor equipo", admitió Gregg Popovich en la rueda de prensa post partido.

El técnico, una de las grandes mentes baloncestísticas de los últimos 20 años, tuvo claro desde el principio dónde se le había ido el partido. "En cuanto hicimos cambios se fue a la mierda", aseguraba el entrenador después de que los Spurs tiraran por tierra un buen inicio (13-19) para acabar perdiendo el primer cuarto 25-19 (12-0 final). Los suplentes anotaron solo dos puntos en toda la primera mitad (Marjanovic).

Popovich, que lo intentó todo, alineó en ese final del primer cuarto a un quinteto que no había disputado ni un solo minuto esta temporada: Anderson, Martin, West, Ginóbili y Mills (Martin, ex de los Thunder que no había jugado prácticamente nada hasta ayer, tiró un triple nada más entrar que no estuvo ni cerca de encontrar la red). Y después probó con Marjanovic, pero tampoco le salió esa jugada. Ayer no fue el día de los Spurs. Aunque los texanos sí cuajaron una segunda parte meritoria.

"Nos hemos mantenido con dureza y con gran carácter: no esperaba menos. Hemos salido en la segunda parte como si fuéramos 0-0 y lo hemos hecho lo mejor que hemos podido. Creo que los chicos han estado genial. No podría estar más orgulloso de nuestra forma de jugar en la segunda parte", concluyó.