OKLAHOMA CITY THUNDER

Steven Adams, el hombre de moda, tiene 17 hermanos

El pívot de los Oklahoma City Thunder proviene de una peculiar familia, donde destacan él y su hermana Valerie, bicampeona olímpica de lanzamiento de peso.

0
Steven Adams, el hombre de moda, tiene 17 hermanos

Steven Adams, pívot neozelandés de los Oklahoma City Thunder, es uno de los jugadores más físicos de la NBA. Un tipo duro que no se amilana ante nadie y que, en estos Playoffs, se ha destapado como ese secundario vital dentro del equipo de Kevin Durant y Russell Westbrook. Su defensa y solidez en el poste (lugar en el que está adelantando en importancia a Serge Ibaka) son armas indispensables para Billy Donovan. Y es que este rocoso jugador de 2,13 metros y 113 kilos, miembro de una familia extraordinariamente numerosa con la que podrían formarse varios quintetos, está acostumbrado a luchar para lograr lo que se propone.

Hijo de un exmilitar inglés de la Royal Navy ya fallecido, que se estableció en 1960 en Rotorua, ciudad de la Isla Norte de Nueva Zelanda donde nació Steven hace 22 años, el exjugador de la Universidad de Pittsburgh tiene nada menos que 17 hermanos, nacidos de cinco madres diferentes, aunque hay quien dice en su tierra natal que podrían llegar a ser 21, o incluso alguno más. También se especula con que sean seis las progenitoras, todas ellas de ascendencia polinesia, eso sí. Varios de los hermanos Adams no llegaron a conocerse hasta el funeral de su inquieto padre en 2006.

Sea como fuere, este peculiar conjunto de parientes tiene en común su gran fortaleza y estatura y, en bastantes casos, sus excelentes aptitudes deportivas. La media de los varones es de 2,05 metros y de las mujeres, 1,82. Centímetros que sin duda heredaron de su padre, Sid Adams, quien andaba en algún punto sin confirmar entre los 2,03 y los 2,13. Seis de los hermanos de Steven, el miembro más alto de todo el grupo y el menor en edad, han sido internacionales con los Tall Blacks. Pero, sobre todo, destaca el caso de su hermana Valerie, de 30 años, 1,93 metros y 120 kilos. Es bicampeona olímpica en lanzamiento de peso (Pekín 2008 y Londres 2012) y ganadora de cuatro medallas de oro en Mundiales al aire libre (Osaka 2007, Berlín 2009, Daegu 2011 y Moscú 2013), lo que la convirtió en la primera mujer en lograr tal hazaña de manera consecutiva. Además, se ha proclamado tres veces campeona del mundo en pista cubierta (Valencia 2008, Estambul 2012 y Sopot 2014) y fue elegida Atleta del año por la IAAF en 2014.

En su primera campaña en la NBA, tras algunos incidentes con jugadores rivales como Jordan Hamilton, Vince Carter, Nate Robinson y Larry Sanders, el pívot de los Thunder fue cuestionado por un periodista de Oklahoma sobre su gran capacidad para aguantar los golpes. No dudó en su respuesta: “¿Has visto a mi hermana? Mira bien sus brazos”. Desde luego, Steven Funaki Adams, cuya madre, a la que nunca ha estado muy unido, era originaria de Tonga, está bien entrenado para encajar impactos de todo tipo después de criarse con parientes de semejante tamaño. “Mi familia es muy fuerte, así que es realmente doloroso ser golpeado por alguno de ellos. Pero no puedes quejarte. Si eres el pequeño y dices algo, te pegan más”, asegura.

También le ha servido para endurecerse el haber practicado de niño el deporte rey neozelandés, el rugby, y las adversidades que se ha encontrado en la vida, principalmente con el fallecimiento de su padre, cuando este integrante del segundo mejor quinteto de rookies del pasado curso contaba con 13 años. Desorientado por la noticia, dejó de ir al colegio para pasar la mayor parte del tiempo en las calles de Rotorua hasta que uno de sus múltiples parientes, Warren, exestrella del baloncesto en su país, se dio cuenta de que algo iba mal. “Perder a mi padre fue duro. No tenía a nadie que me orientase y me aproveché de ello porque era un imbécil. Mentía y no iba a la escuela”, recuerda. Finalmente, Steven se trasladó a Wellington con su hermano mayor y olvidó su sueño de ser granjero (“Me encantaba el concepto de trabajar todo el día”). Allí comenzó a jugar al baloncesto, deporte en el que enseguida destacó, y su vida cambió por completo. Tanto que ahora es un jugador fundamental en unos Thunder que tras adelantarse 0-1 han puesto en cuestión a los todopoderosos Warriors del 73-9.