Los jugadores de la NBA tienen muy presente eso de que tienes que entrenar y mejorar todos los días porque siempre habrá alguien haciéndolo para ser mejor que tú. Uno de los casos más evidentes en los últimos años es el del ala-pívot de los Golden State Warriors Draymond Green. Número 35 del Draft de 2012, el ex de Michigan State jugó solo 13 partidos de titular en sus dos primeros años en la liga, anotando un máximo de seis puntos de media. Pero nunca dejó de creer en sus habilidades y en su capacidad para tener un impacto en el juego del equipo. Así, mejorando poco a poco, entrenando mucho y entendiendo lo que hay que hacer para llegar a ser un jugador importante en la liga, Green se ha convertido en lo que es a día de hoy: una estrella original, un jugador completo al que todos los entrenadores, ejecutivos y aficionados querrían en su equipo. 

Evidentemente, hay muchas formas de mejorar, muchas facetas que cubrir. Entrenamientos individuales y de equipo, sesiones de vídeo (estudio), gimnasio... Y Green lo ha aprovechado todo. De hecho, en una entrevista con Lee Jenkins (Sports Illustrated), que es portada de la revista, el de los Warriors asegura que ha aprendido y aprende mucho viendo la WNBA (La Liga de Baloncesto Femenino Profesional Norteamericana). Es más, Green deja claro que disfruta viendo los partidos porque aprende más que cuando ve encuentros de la NBA.

"En la NBA siempre hay un tipo que está ahí porque salta mucho y no tiene ni idea de los fundamentos del juego. Aprendo más de la WNBA. Ellas saben driblar, saben pivotar y saben amagar", asegura el '23' de los de Oakland.