BILBAO BASKET

El proyecto Duran echa a andar casi de cero en Miribilla

"Queremos que cuando acabe la temporada se vea el mejor Bilbao Basket y la gente acabe contenta de nuestro esfuerzo", expone el técnico. Mumbrú y Salgado, ilusionados

Bilbao
0
El proyecto Duran echa a andar casi de cero en Miribilla
Bilbao Basket

El Bilbao Basket ha echado a andar esta tarde de forma oficial, tras las pruebas médicas de estos días. A la pista se ha asomado un equipo muy remozado, con ausencias de peso, especialmente la de Raúl López, y un nuevo proyecto encabezado por Carles Duran. "Las sensaciones son extraordinarias, si el primer día las tengo raras... Estoy con ganas de empezar, claro", exponía el exayudante del Valencia con una amplia sonrisa. Han arrancado en Miribilla y soportarán unos días las bajas por los compromisos internacionales de Tabu, Borg, Lapornik y Nikolic (éste sí participó en la primera sesión de trabajo pero vuelve a marcharse para reunirse con sus compañeros de la selección montenegrina), mientras que Bamforth se incorporará el día 28. El extirador del Sevilla ha recibido un pasaporte kosovar, uno de esos que tanta polémica genera, y se encuentra en la estadía de su selección en Como (Italia), que se enfrentará a varias universidades americanas. Sí están los Salgado, Dejan Todorovic (ya fichado tras dejar el Unicaja), Mumbrú, Mendia (confirmado en la primera plantilla), Hervelle, Buva y Eric. Para reforzar el trabajo del equipo vizcaíno se ha incorporado a los vinculados De la Rua, Iriarte y Vučetić, además de los bases con contrato temporal Franch (que ascendió el año pasado a ACB con el Melilla) y Sergio Llorente, hijo de 'Joe' y la campaña preecedente en el Breogán.

El entrenador del Bilbao espera completar una buena pretemporada para ir definiendo qué clase de plantilla dispone: “Aún no hemos hecho un equipo, hemos traído jugadores. Hay cuatro que hasta el día 20 no se incorporan y es un hándicap que de ellos, dos son bases, los que estarán con Javi Salgado". Y sentencia: "La gente que está aquí es porque ha querido venir".  ¿Cuál es la meta? Lo resume fácil el barcelonés: "Queremos que cuando acabe la temporada se vea el mejor Bilbao Basket y la gente acabe contenta de nuestro esfuerzo y del juego, que hemos dado nuestro máximo, con ilusión. A partir de ahí, se ha intentado incorporar a gente joven para crear futuro, y en ese futuro buscar agresividad, velocidad y un tipo de jugador con proyección defensiva para crear ofensivamente muchas cosas. Fichamos jugadores polivalentes, capaces de jugar con otros muchos dentro del equipo". A los nuevos les dio la bienvenida y dejó claro que hablar de objetivos "es un error". "Les hemos dicho que tengan la ilusión de empezar a construir un equipo; cada fichaje ha sido increíble, que no estén cuatro significa que otros pueden demostrar que pueden tener un papel importante, me considero un entrenador positivo".

El capitán y un histórico como Salgado también hablaron en este primer día en la oficinaÁlex Mumbrú, destacó las “ganas de empezar a correr con el equipo y conocer a los compañeros con la ilusión de cada año”. “Este curso contamos con siete jugadores nuevos y eso hace que tardemos un poco más en adaptarnos que otros equipos, tenemos que conocernos lo más rápido posible y movernos un poco, ahora ese es el objetivo primordial”, prosiguió. No quiere pensar en mejorar lo de junio, por una razón: "La temporada anterior es pasado, en el deporte se vive únicamente el presente, es ilusionante la nueva temporada y vamos a ver qué podemos hacer".

Analizó el equipo de la siguiente forma: "Hay gente que vuelve, como Javi (Salgado) y nuevos jugadores, lo más importante es esta pretemporada, cómo nos vamos conociendo y adaptando unos a otros, que en el primer partido en octubre estemos al máximo nivel. El objetivo ahora es hacer una buena pretemporada, cargar mucho las piernas y conocernos unos a otros". La gran incógnita es si prolongará mucho más allá su carrera el eterno Chico de Oro de Miribilla: "No me lo he planteado. No sé si me estáis jubilando... no voy a muchos años vista, quiero hacer este año algo bueno y lo demás, ya se verá. Aún me quedan muchos, espero. Cada temporada empiezas con una ilusión renovada. Nos veremos un año más y espero que los aficionados se ilusionen como siempre". 

Finalmente, mucho más emocionada fue la intervención de Javi Salgado, que no ve  su retirada camiseta colgada por culpa de un desaprensivo. En realidad ahora habría que descolgarla... ante suretorno al hogar, a un recinto en el que no le dejaron actual como local. Vuelve después de seis temporadas, repartidas por el GBC y Estudiantes. "Aún no había inaugurado Miribilla. Vestir esta camiseta, entrenar en este pabellón como local... es una vuelta a casa, han pasado muchas cosas en este tiempo, reencuentro Txipi (el delegado), Aitz (Landaia el masajista), José Luis (Blanco, jefe de prensa), Beto (fisio), Alex (Mumbrú), Axel (Hervelle)... estoy un poco aterrizando. Tengo muchísimas ganas de empezar y ser un jugador local; casi lo sentía cuando venía de visitante, temía mucha gente aquí que me animaban antes del partido, ahora tendré la suerte de vivirlo en primera persona. Hay que ser ambiciosos pero ahora es pronto para definir el objetivo".

Estos días hará con Mumbrú de cicerone con los nuevos pese a venir de fuera, del Estu. ¿Qué les dirá?: "Pues que la afición en Bilbao es más que un jugador para toda la plantilla, es capaz de levantar al equipo cuando las cosas no van bien, de animar muchísimo cuando va bien. De meter mucha presión al rival, a los árbitros... y eso se nota mucho y te hace ganar partidos. No tengo que contarles mucho a los nuevos, sí que este pabellón da un empuje impresionante. Se ha confeccionado una gran plantilla. Las señas de identidad de este equipo son darlo todo y estar lo más arriba posible. La afición aquí es más que un jugador, aportan un apoyo importantísimo, son capaces de levantar al equipo cuando está mal”, aseguró. Pese a su enorme experiencia, aún tiene un cosquilleo por esta etapa que se supone pondrá fin a su carrera como jugador de ACB: "Desde el momento que firmé estaba como ansioso por cómo me sentiría y hoy también, nervioso de risa tonta, vuelves a casa, a estar con gente con la que has estado sin mantener mucho contacto".