El 11 de febrero Kevin Durant regresará a Oklahoma City con la camiseta de Golden State Warriors en lo que será sin duda uno de los partidos más calientes de la temporada. Antes, el alero se las verá dos veces con Russell Westbrook en Oakland y después de 652 partidos como compañeros durante ocho temporadas. El primero de esos partidos se juega mañana, con Westbrook jugando a un nivel casi sobrehumano para tirar de los Thunder y Durant acoplándose a unos nuevos Warriors que jugaron sus primeros minutos verdaderamente excelentes en la paliza a los Blazers en Oregón.

Pero más allá de lo deportivo, donde a priori los de Steve Kerr tienen mucha ventaja, el partido estará marcado por ese reencuentro en pista entre Durant y Westbrook tras la salida del primero y los montones de noticias, rumores y opiniones que surgieron después. De cara a ese partido, Durant se ha sincerado con Anthony Slater, periodista que trabajaba en Oklahoma y que se ha trasladado con él a la Bahía para trabajar en el San Francisco Mercury News. KD ha dejado claro que sus problemas con Westbrook no llegan tan lejos como se ha pretendido vender: "Eramos hermanos y somos hermanos. Crecimos juntos, yo en fase de intentar saber quién era cuando él ya lo sabía: tenía una vida más estable, padres estables, novia desde la universidad… Yo no tuve nada de eso y sigo planteándome quién soy. Evolucionamos de forma diferente pero eso no es malo. Seguíamos saliendo, éramos colegas. Él se casó y yo no, empezaron a interesarnos cosas diferentes. Pero le quiero y me da igual lo que digan los demás, lo que diga él o lo que digan los aficionados. Nuestra relación está en un momento difícil pero le quiero y quiero a su familia, y ellos lo saben. No hice nada malo desde un punto de vista moral, no le traicioné en el mundo real, no hice nada a sus espaldas, no hablé mal a nadie de su forma de ser. Solo cambié de equipo".

Generar interés a través de la rivalidad es para él una razón obvia de todo lo que se ha dicho, más ahora que se acerca su primer cara a cara sobre una pista de baloncesto: "Las cosas que han pasado las hablaremos en algún momento él y yo. No digo que avisarle con un mensaje de texto fuera lo mejor ni digo que todo lo que yo he hecho haya estado bien, pero no vamos a resolverlo a través de los medios sino cara a cara como adultos. No voy a ir a de un medio a otro diciendo lo que tendría que haber dicho aquí o lo que debería haber dicho allá. Me da igual lo que penséis los medios, los aficionados de los Thunder, quién sea: nuestra relación no está bien ahora mismo pero al final somos hermanos. ¿Cómo puede la gente decidir cómo eran las cosas antes entre nosotros? Solo nos veían juntos en la pista cuando salíamos a jugar. De cómo jugábamos puedes opinar: eso son hechos a la vista de todos. Pero no puedes decir qué tipo de personas somos o cómo nos llevábamos. Se están diciendo muchas mentiras, se está tratando de que nos revolvamos el uno contra el otro pero no tengo nada contra él porque no hay ningún motivo por el que debería tenerlo. Quieren calentar el partido de mañana, que nos insultemos: cuanta más tensión, más audiencia en televisión y eso es lo que se busca. Pero no dejaré que eso se interponga entre nosotros".

Por último, Durant deja claro que no se ve eternamente enfrentado a quien sigue considerando su amigo: "Esto es una jodida mentira, no es el mundo real. Trabajo duro todos los días pero lo que sucede en la pista… no es el mundo real. ¿Cómo voy a estar enfadado con una persona 20 años? Si me caso, le mandaré una invitación. Si entro en el Hall of Fame, le mandaré una invitación. Peleas de baloncesto… eso no tiene importancia. En la pista se compite al máximo. Yo iré a por él, el irá a por mí. Nada más. Pero fuera de la cancha… por favor. No voy a gastar mi energía con eso".