CSKA MOSCÚ 91 - REAL MADRID 90

De Colo lideró un parcial de 24-2 que doblegó al Real Madrid

El mejor jugador de Europa borró del mapa a los blancos en el segundo cuarto, pero el empuje de Llull y Carroll y la buena defensa permitieron un final igualadísimo.

0

Real Madrid - Panathinaikos

El Real Madrid llegó a Moscú para examinarse ante el hueso de la Euroliga. Tocaba reválida tras el suspenso sin edulcorantes en el Palau. Le esperaba el mejor, el campeón y el único equipo aún invicto. Le aguardaba el CSKA en su nueva cancha fija, el Megasport Arena que reunió a más de 12.000 espectadores. Recinto más lustroso que el vetusto Universal Sports Hall. Y ahí, en un escenario propio de la nueva era, los de Laso obtuvieron todas las calificaciones posibles. Del sobresaliente al sonoro suspenso. Todo en 40 minutos en los que ganó tres de los cuatro periodos por nueve, seis y cuatro tantos respectivamente, pero cedió el segundo por veinte y perdió así la batalla.

La matrícula de honor se la llevó el francés Nando de Colo. El mejor jugador en Europa borró al Madrid del mapa en un segundo cuarto de antología fina (32-12). Anotó 16 de los 32 puntos locales y sembró el pánico. El parcial alcanzó cifras sonrojantes para el Real: ¡24-2 después de seis minutos en blanco!

Atrás quedaba una brillante puesta en escena (8-21) de un Madrid muy combativo y centrado con Maciulis acertadísimo (9 puntos de salida). Cargaba el rebote y Doncic sacaba nota en defensa, incluso frente a De Colo, lo que le regalaba alguna galopada. Pero Itoudis leyó la debilidad rusa y metió en cancha a Kurbanov, un alero alto por Fridzon, y cambió el juego interior. La batalla se niveló y el CSKA pasó entre un cuarto y otro de cinco balones perdidos a ninguno.

Los blancos empezaban a trastabillarse y con las rotaciones en pleno apogeo el atasco fue para cambiar directamente las tuberías. De vencer por 13 a caer por la misma diferencia: 47-34 en pleno show De Colo. Inabarcable en las penetraciones con su talento y manejo de la bola e infalible en los triples liberados (3 de 4 al final) y en los tiros libres (9 de 9). Nivel amo del universo.

La campana del descanso mandó al Madrid al rincón de pensar. Quizá lo viera (lo vimos) perdido, pero mantuvo la esperanza y se agarró al trabajo. Apareció su versión seria en defensa. En ataque, el empuje de Llull (1 de 7 en triples en la primera parte) y Carroll resultó clave para limar la desventaja. Tarea ardua, granito a granito frente a las acometidas del Ejército Rojo: 42-52 mandó en la segunda parte y 95-97 en la valoración total, pero perdió, ya lo saben.

Draper, que no metió una (0 de 4), hizo un buen trabajo atrás, también Reyes. Randolph se llevaba una técnica evitable y un Rudy enfermo no lucía, pero acertó con dos triples y luego falló otro y un tirito a una pierna que quizá… Ayón atrapaba dos rebotes ofensivos y con el mono puesto el Madrid se coló en el último minuto a tiro de tres (87-84). La precipitación de Nocioni y cuatro tiros libres del CSKA parecían sentenciar la batalla. Entonces, De Colo saltó a por la falta y se comió el balón. Llull se la jugó de tres forzadísimo para empatar y Maciulis palmeó in extremis y a la vez en balde: 91-90.