Noche de récords para los Magic en Atlanta, donde firmaron su tope de la temporada en puntos (131, cifra que no alcanzaban desde 2009), asistencias (36) y triples (15). El triunfo les saca de un (otro bache) y les deja con 11 victorias (11-15), a una de esos Hawks (12-13) tan difíciles de entender. De 9-2 a 1-10 (10-12) y de ahí a dos triunfos seguidos justo antes de desangrarse (60-72) al descanso ante unos Magic que llegaban como penúltimo equipo de la NBA en anotación y sin Nikola Vucevic.

Pero incluso sin el pívot, el banquillo marcó diferencias para Orlando, que cumplió con la petición de un Frank Vogel que pidió a sus jugadores un baloncesto más coral y con más pases para buscar buenos tiros. Jeff Green anotó 16 puntos y Elfrid Payton jugó el mejor partido de su carrera: 26 puntos y 14 asistencias. De los titulares, Biyombo puso el trabajo sucio e Ibaka (29) y Fournier (23), la anotación.

Los Hawks se desquiciaron por una rigurosa técnica señalada a Dwight Howard en el último cuarto, pero por entonces el marcador ya era 100-110. No hubo remontada a pesar del 20+16 del pívot y el 17+9+5 asistencias de Millsap, o los 19 puntos y 13 asistencias de Schroder. Las cosas siguen sin estabilizarse en Atlanta y el equipo está noveno, fuera de los puestos de playoffs del Este.