TIMBERWOLVES 106 - PELICANS 122

Davis (42+13) impone su ley ante Towns (36+8) y Ricky (15+12)

Los Timberwolves volvieron a las andadas y tiraron en la segunda parte todo el buen trabajo de la primera. Los Pelicans: 60% en tiros de campo.

0

Cuando un equipo convierte el 60% de los tiros que anota (récord de la temporada para los Pelicans) significa que ha movido muy bien el balón en ataque hasta encontrar tiros cómodos y libres de marca. Sin embargo, mirando este dato desde la perspectiva del rival, nos toca señalar su nula defensa. Y es que en la derrota (106-122) ante su afición, cabreada al término del partido, los Timberwolves volvieron a dar un paso al frente en esa involución en la que siguen inmersos en los últimos días. Cuando parecía que por fin habían dado con la tecla (acumularon ocho victorias en 11 partidos y llegaron incluso a soñar con pelear por entrar en los Playoffs y acabar así con la mayor sequía en la actualidad de la NBA), han olvidado de un plumazo todas las cosas buenas para registrar cinco derrotas en los seis últimos duelos.

"Nosotros nos hemos metido en esta situación. Somos nosotros mismos los que tenemos que encontrar la forma de salir de ella", comentó Ricky Rubio. Con algo más de 39 minutos, el catalán fue quien más tiempo estuvo sobre el parqué en los locales. Logró un doble-doble (15 puntos, 12 asistencias y 4 robos de balón), firmó un gran inicio de partido, pero acabó desapareciendo. Como el resto de sus compañeros, de más a menos. En un notable primer cuarto (40-28) y llegando a dominar por 15 al comienzo del segundo (46-31) parecía que Minnesota, sin LaVine para lo que resta de curso, sacaría adelante el partido ante New Orleans, que se presentó con hasta cinco jugadores de baja (Evans, Terrence Jones, Pondexter, Ajinça y Moore). Sólo lo parecía. Porque entonces se les fundieron los plomos, dejaron de defender y Thibodeau no encontró en el banquillo ninguna solución. Una situación que aprovecharon Buddy Hield (17 tantos y 7/10 en tiros para el rookie), Jrue Holiday (25+6+12) y, sobre todo, Anthony Davis (42 puntos —16/22— y 13 rebotes) para ir comiéndoles terreno hasta tomar el mando para no soltarlo en ningún momento.

'The Brow' fue el único en los de Gentry que comenzó enchufado desde el primer minuto. Lo que nos deparó ya desde el primer acto un gran duelo con Karl-Anthony Towns (36+8) entre dos interiores llamados a gobernar con puño de hierro la competición en un futuro cada vez más cercano. El dominicano lo intentó, fue el lobo más regular de la camada, pero no pudo hacer nada ante el empuje de un Davis que acabó imponiendo su ley.