El porta israelí Walla Sport estaba preparando un reportaje sobre cómo reaccionarían los jugadores de la Liga Israelí de Baloncesto (IBL) en el caso de que tuvieron un compañero de vestuario que hubiera hecho pública su condición de homosexual. Por suerte, la mayoría de las respuestas fueron positivas y normalizadoras. Por desgracia, el que más sacó los pies del tiesto fue el más mediático, un Amare Stoudemire convertido al judaísmo y decidido a hacer el resto de su vida en Israel. Por ahora, con 34 años, apura su carrera en ese Hapoel Jerusalén que se está midiendo al Herbalife Gran Canaria en cuartos de la Eurocup.

“Cruzaría la calle para ducharme en otro sitio, me aseguraría de doblar alguna esquina antes de cambiarme de ropa… iría por caminos distintos al pabellón”. El periodista le preguntó si bromeaba y Amare no lo arregló: “Siempre hay verdad en las bromas”.

En 2012, el pívot ya recibió una multa de 50.000 dólares por un insulto homófobo a un seguidor a través de Twitter. Así que llueve sobre mojado...