La última función del Gran Baile (Great Dance) de este curso en la NCAA enfrentará a North Carolina con Gonzaga. Una final inédita porque es la primera vez que los Bulldogs se cuelan en el partido que decidirá el campeón nacional universitario. Ambos hicieron valer su condición de favoritos ante South Carolina y Oregon ante 77.612 espectadores que abarrotaron el Estadio de la Universidad de Phoenix. Una cifra mastodóntica que resume la locura que representa el March Madness en sí mismo. Un evento cuya Final Four es capaz de, por ejemplo, superar el número de asistentes de la última Super Bowl de la NFL. Palabras mayores. Y hablamos de equipos universitarios no profesionales.

Trasladando esta final al universo NBA, podríamos decir que el encuentro que se disputará este lunes (a las 3:20 de la madrugada del martes, hora peninsular española) nos ha regalado un bonito guiño. Y es que Gonzaga buscará hacer ante North Carolina lo que su pupilo más ilustre (John Stockton) no pudo hacer en las Finales de la mejor Liga del planeta ante Michael Jordan, una de las leyendas que vistió la camiseta de los Tar Heels. 'Air', campeón en 1982 con UNC, dejó sin anillo a los Jazz de Stockton en 1997 y 1998. El morbo está asegurado.

GONZAGA 77 - SOUTH CAROLINA 73

El sueño de la cenicienta South Carolina llegó a su fin en un partido cuyo resultado puede llamar a engaño. A lomos de Nigel Williams-Goss (23 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias), los de Mark Few tuvieron la situación bajo control. Los Gamecocks pusieron fin a su espectacular campeonato convirtiendo únicamente un par de tiros de campo en los siete últimos minutos de juego. Aunque eso sí, compitieron hasta el final.

NORTH CAROLINA 77 - OREGON 76

Kennedy Meeks (25+14 y 3 robos) destacó junto a los triples de Justin Jackson (22 tantos al final) en la apurada victoria de los Tar Heels para regresar a la final un año después de perder el título en el último segundo ante Vilanova. De esta manera cuentan con una nueva oportunidad para deshacer el empate a cinco campeonatos con Duke e Indiana. En un desenlace de locos, los chavales de Roy Williams dispusieron de hasta 4 tiros libres en los siete últimos segundos para al menos asegurarse la prórroga, pero erraron cada lanzamiento. No obstante, los Ducks fueron incapaces de cerrar el rebote, concediendo un par de segundas opciones a UNC que acabaron por condenarles.