Los Angeles Lakers solo tenían un trabajo que hacer desde el All Star Weekend: acabar entre los dos peores equipo de la NBA para afrontar con tranquilidad la próxima lotería del draft. Pero han decidido ganar cuando menos convenía. Con sus tres victorias consecutivas (la última esta madrugada ante los Sacramento Kings por 98-94), los angelinos acabaran antepenúltimos, salvo sorpresa mayúscula. Adelantan a los Suns, penúltimos, en un partido y medio, y a los de Arizona les restan solo dos duelos para acabar la Regular Season.

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Con esa clasificación final, los Lakers tienen un 53,1% de no estar entre los tres primeros en el próximo draft y perder su pick, que es protegido Top-3. Es decir, si caen más abajo del tres en la lotería (del cuarto al 14), su ronda irá a los Sixers, que la obtuvieron vía Phoenix Suns dentro del traspaso de Steve Nash. Un problema muy grave. Durante las dos últimas temporadas, el conjunto de Luke Walton sorteó el asunto con dos primeras rondas del draft: D'Angelo Russell (2015) y Brandon Ingram (2016).