La última que los Spurs jugaron un partido de playoffs y no pisó la pista Tony Parker fue el 27 de mayo de 2001, cuando los Lakers sellaron el 0-4 ante los de Popovich en la final del Oeste, después de dejar a cero también a Blazers y a Kings y antes del 4-1 en las Finales ante los Sixers: el mítico 15-1, el mejor paso por playoffs de un campeón en la historia de la NBA. En aquel partido sin historia (111-82) Shaquille O’Neal anotó 26 puntos y Kobe Bryant 24. Pero el máximo anotador angelino fue Derek Fisher: 28 puntos con un 6/7 en triples. Su suplente era Tyronn Lue, hoy entrenador de Cleveland Cavaliers. Y en los Spurs el playmaker titular era Terry Porter pero en la rotación estaba Steve Kerr, técnico de Golden State Warriors.

La anécdota, con los dos últimos entrenadores campeones de la NBA, no hace sino sacar brillo a la leyenda de Parker, que fue drafteado en el siguiente draft (2001, número 28) y se estrenó con los Spurs en el primer partido de la temporada 2001-02: 30 de octubre de 2001, 9 puntos en 21 minutos desde el banquillo en la victoria (109-98) ante los Clippers. Desde entonces, el francés nacido en Bélgica es historia de la franquicia texana y de la NBA: seis All Star disputado y cuatro anillos de campeones con el big-three que formó al lado de Manu Ginóbili y Tim Duncan.

Parker ha sido (es) un jugador extraordinario con, también, un físico extraordinario. Desde su llegada los Spurs siempre han jugado playoffs (sumadas las tres temporadas anteriores llevan dos décadas sin quedarse fuera de las eliminatorias: 1997) y Tony Parker no se había perdido ni un solo partido hasta el de la pasada noche ante los Rockets y después de la lesión que sufrió en el segundo encuentro.

Antes de este partido, 221 partidos de los Spurs en playoffs y 221 jugados por Parker, 213 como titular, todos menos ocho (de diez totales del equipo) en la temporada 2010, cuando tuvo problemas físicos y alternó titularidad con George Hill. Y unos promedios de 18,2 puntos y 5,1 asistencias coronados, por supuesto, con el MVP de las Finales 2007: 4-0 a los Cavaliers del primer LeBron James con 24,5 puntos, 5 rebotes, 3,3 asistencias y un 57% en tiros de campo para Parker. Un gigante.