Los Golden State Warriors destrozaron a los Cleveland Cavaliers en el primer partido de las Finales con una avalancha de baloncesto superlativa en el tercer cuarto: encorsetaron a los de Ohio en defensa y les sepultaron en ataque. Dentro y fuera de la zona. En transición. Controlando el rebote y ocupando todas las líneas de pase, endosaron un parcial inicial en ese periodo de 13-3 en cuatro minutos que llegó hasta el 33-20 final. Un ciclón incontrolable que no es fruto de la casualidad: la franquicia de La Bahía domina como nadie esa parte de los encuentros.

Los de Steve Kerr (ahora con Mike Brown a los mandos) acabaron la Regular Season con un +477 en puntos en el tercer cuarto (NBA Stats). Anotaron 2.557 y recibieron 2.080. Primeros en ataque, novenos en defensa. Líderes en la diferencia. En ese periodo, fueron los mejores en tiros de campo (51,0%), en triples (42,1%), en asistencias (663), tapones (141), robos (220) y a mitad de tabla en pérdidas (288). Un rendimiento vital para acabar con cualquier tipo de resistencia. Pieza fundamental para alcanzar 67 victorias en 82 partidos, sumar 13 de 13 en estos Playoffs y 28-1 en los últimos 29 partidos.

En esta postemporada mantiene su reinado tras el descanso: +218 por los +155 de su rival por el anillo, los Cleveland Cavaliers. Los de Ohio son segundos en esta fase de la campaña. Un avance significativo (aunque insuficiente al parecer): en la primera etapa del curso eran séptimos (+85).

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Para llegar a este gran rendimiento, Stephen Curry ha asumido el liderazgo en las operaciones. El base es el tercer jugador que más puntos anota en el tercer cuarto con 9,0 tras los 9,3 DeMar DeRozan y los 9,2 James Harden. El trío que forma junto a Kevin Durant (6,5) y Klay Thompson (6,4) es el mejor de los cuatro principales equipos de la Liga esta campaña con 21,9. San Antonio se queda con Leonard, Aldridge y Gasol con 15. Mientras que Cleveland (LeBron, Irving y Love) y Boston (Thomas, Crowder y Bradley) llegan a los 19,8 y 15,2 respectivamente.