El equipo bilbaíno se ha vengado de una de las pocas derrotas que lleva en la temporada, en León tras prórroga en la cuarta jornada de liga, una de las que más le ha dolido, y ha sumado la duodécima victoria en los últimos catorce encuentros.
Además, ha celebrado de la mejor manera posible la renovación esta semana de su capitán y principal estandarte sobre la cancha, Javi Salgado, que ha querido dejar huella de la fecha y se ha marcado un choque espléndido, con 21 puntos anotados, 22 de anotación, cinco triples y la sensación de haber manejado el choque a su antojo.
Al ritmo de su dirección de juego, el Iurbentia ha jugado unos minutos en el tercer cuarto tan espectaculares como las coreografías que los jugadores de Txus Vidorreta vienen marcándose al final de los partidos para exprimir todo el sabor a unos momentos que pueden ser irrepetibles.
En cuanto a lo acontecido encima del parqué, no demasiado que decir, sino abundar en el buen momento local y en la imagen de impotencia de un Gruppo Begar León al que más que marcadores así le hacen daño detalles como el de haber finalizado el primer cuarto 15 puntos abajo y sin haber realizado ni una falta personal.
Cambio de tendencia
No es esa la manera de parar a un barco a velocidad de crucero como el actual Iurbentia, que solo ha tenido que afinar un poco la muñeca desde más allá de los 6,25 metros para provocar un enorme boquete en el marcador.
Lucas Recker, con cuatro en un primer cuarto que ha terminado con 10 puntos, ha empezado el recital de triples de su equipo, que ha acabado con 14, y a poner unas distancias insalvables en el electrónico.
Si para el final del primer cuarto, han sido 15 los puntos que separaban a uno y otro equipo (28-13), en el tercero las cosas se han disparado y el Iurbentia se ha puesto hasta 31 arriba en dos ocasiones (72-41 y 74-43).
Todo apuntaba a que el Bilbao Basket iba a batir su récord de diferencia de puntos sobre un rival, que es de 25 sobre el Llanera Menorca, pero un 4-13 final lo ha evitado para cerrar el choque con un resultado bastante menos doloroso para el León de lo que se ha llegado a barruntar por momentos.
