El 'sheriff' Comas impone su ley al Real Madrid

Baloncesto ACB | Real Madrid 109 - Cajasol 116

El 'sheriff' Comas impone su ley al Real Madrid

El 'sheriff' Comas impone su ley al Real Madrid

reportaje gráfico: daniel sánchez

Manel Comas había pedido paciencia pese a las cuatro derrotas en el arranque liguero. En el primer partido sin Bennett, el Cajasol dio la sorpresa en Vistalegre ante un Madrid donde Reyes volvió a ser el mejor y Papadopoulos no jugó ni un minuto.

Si algo le sobra a Manel Comas es carácter. Algo habrá contagiado a su equipo, el Cajasol, pues de otro modo no se entiende que los sevillanos batieran a domicilio al Real Madrid tras una prórroga que encararon sin cuatro efectivos: Ingerski, De Miguel, Miso y Carter. Grande. Como es Comas, a quien ni Plaza ni un rival superior en fondo de armario le impidieron volverse a Sevilla con una sonrisa de oreja a oreja. La primera victoria de la temporada le sabe a canela. Fue el premio a un partido de sobresaltos en el que los árbitros tendieron más de una manita al Madrid. A Comas casi se le salió el corazón del pecho. Cuando el Cajasol acariciaba la victoria, con 95-98 a favor y sólo 17 segundos por jugar, el tiro libre de Llull vino acompañado de una personal de De Miguel sobre Reyes. Comas estalló, se giró y pagó su enfado con gritos y una patada a las sillas de su banquillo. El coordinador de la Policía presente en Vistalegre tuvo que enseñarle la placa para que el entrenador se calmara. Suena a Bukowski, pero sucedió así. Las jugadas posteriores permitieron al Madrid forzar la prórroga (99-99). ¿Qué nos había llevado hasta allí?

Pues el empaque del Cajasol, que agarrado a Pecile (el italiano mató desde fuera con cinco triples) y a Rivero exhibió su mejor versión de lo que llevamos de Liga. Salvo un despiste inicial que situó al Madrid nueve arriba (14-5, min. 4), el equipo andaluz dio la cara frente a un rival en el que Hosley y Massey sacaban músculo. Antes de que me olvide: resulta curioso que Plaza se olvidara de los dos refuerzos americanos minutos después, cuando el balón quemaba.

El motor de Llull alimentaba al Madrid, Ellis se contagiaba del acierto de Pecile y Carter no rehuía la mirada a Reyes, una vez más el mejor de los blancos. Un parcial de 7-0 gracias a otro error arbitral dejó a los locales con dos puntos de ventaja al descanso (49-47). El tercer y último cuarto deparó otro 7-0 blanco (56-50), la inspiración de Miso, las buenas maneras de Savanovic y el eterno esperar de Papadopoulos en el banquillo (no estaba lesionado, pero no jugó ni un segundo). Y el 99-99 fue la puerta que condujo a la prórroga, donde el Madrid se las prometía felices.

Bullock anota.

Nada de eso. El carácter de Comas sopló en la cancha y contagió a Ellis, hasta entonces irregular, a Ilic, a Rivero Todos ellos apagaron al mejor Bullock, que con dos triples seguidos se empeñaba en rescatar al Madrid (del 101-105 al 104-105 y de éste al 107-106). No fue suficiente. Estaba escrito que la victoria debía volverse en AVE con el Cajasol. A Sevilla, donde ya no está Bennett, pero sigue Comas, a quien todos conocen como el sheriff por más que él nunca nos haya mostrado su estrella plateada.