ROCKETS 92 - LAKERS 98

Kobe y Johnson toman Houston para los renacidos Lakers

El escolta anotó 29 puntos y alero fue determinante en los instantes finales ante unos Rockets con los que destacó el griego Papanikolaou (19 tantos).

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Los Lakers se dieron un baño de autoestima en una plaza importante, Houston, y ante unos Rockets que habían pasado por encima de los angelinos en la apertura del curso en el Staples. Tras el 92-98 que se llevaron del Toyota Center, por primera vez enlazan dos triunfos, los dos fuera de casa y ambos con Nick Young ya en el roster. El escolta ha tenido mucho que ver en este arranque de orgullo laker. Anoche anotó 16 puntos y venía de meterle 17 a los Hawks.

Aunque fue de nuevo Kobe Bryant quien lideró a los de púrpura y oro con 29 tantos (incluido un importante 2+1 a 1:43 para el final) y Wesley Johnson tuvo una intervención decisiva en los últimos 66 segundos: primero se quedó con un balón suelto, después de un triple y posterior palmeo fallados por la Mamba Negra y Jordan Hill, y tras recibir falta anotó dos tiros libres que ponían a un punto a los Lakers; y en la siguiente jugada le birló la cartera a James Harden, se fue como un rayo hacia la canasta y le sacó otro 2+1 letal a la estrella de los Rockets. Total 94-92 a 43" del final. En esos instantes cruciales, los texanos notaron especialmente la ausencia de última hora de Dwight Howard, que fue baja de última hora por una tensión en la rodilla derecha que evitó la que podía haber tenido con Bryant por aquella enganchada en Los Ángeles (Kobe al pívot: "Eres un blando"). Porque con rookie Tarik Black no pudieron dominar en la pintura ni en ataque (falló un gancho que podía haber igualado el marcador) ni en defensa, y Young (2/2) y Kobe (8/10) cerraron la victoria visitante desde la línea de personal.

La mejor noticia para los Rockets fue quizá la notable actuación de su novato griego, Kostas Papanikolaou. El ex del Barcelona alcanzó su tope anotador (19 puntos) y añadió 6 rebotes, 2 asistencias y 1 robo a su expediente en casi 34 minutos de juego. Lo peor, la inconsistencia de Harden, acertado en el tiro pero lastrado por su habitual descuido del balón (6 pérdidas, incluida la ya referida y crucial ante Johnson), y la constatación de que Howard es insustituible en el juego interior. Hill y Boozer, con un doble-doble por cabeza, controlaron a Motiejunas y Black sin problemas. Es pronto para evaluar si estos Lakers seguirán yendo hacía arriba, pero parece que han recuperado la motivación y la química para, al menos, intentarlo.