La noche ha estado movidita en la NBA. Un traspaso a tres bandas entre Thunder, Cavs y Knicks restó parte de la atención a los once partidos que tuvieron lugar durante la última jornada. Como resultado, el controvertido Dion Waiters aterriza en unos Thunder que con este movimiento, se intuye, pueden dar por perdidas las opciones de renovar a un Reggie Jackson que quedará libre este mismo verano. Por ahora, habrá que comprobar como encaja compartiendo backcourt con el propio Jackson y Russell Westbrook. Por su parte, y mientras llega el tan ansiado pívot, JR Smith e Iman Shumpert abandonan los decadentes Knicks para jugar en Cleveland. Dos jugadores exteriores que pueden aportar minutos de calidad e ataque (Smith) y defensan (Shumpert), algo que tanta falta hace en el equipo de David Blatt.

¿Y qué reciben los Knicks a cambio? Casi nada. Lo que busca Phil Jackson para reducir la masa salarial de la franquicia y poder así construir con garantías un equipo con aspiraciones a partir del próximo junio. Ante su horrenda temporada, en Manhattan ya sólo piensan en el próximo curso (es más, Carmelo Anthony podría no volver a jugar ni un minuto más hasta el año que viene). Alex Kirk, Lou Amundson (desde Cleveland) y Lance Thomas (OKC) son tres jugadores que llegan al Madison sin contrato garantizado. A su vez, en los Knicks también han aprovechado para cortar al veterano pívot Samuel Dalembert y ahorrarse así otro puñado de millones: 3,8.

Y cómo en cualquier traspaso que se tercie, el acuerdo incluye varias rondas de draft que se mueven de un sitio a otro. La de 2015 de los Thunder (protegida) recala en los Cavs, que a su vez envían una segunda elección de 2019 a New York. Un multitraspaso que deja en el primer plano a un Dion Waiters que será a partir de ahora examinado con lupa en un equipo que no se puede permitir ni un respiro para meterse en los playoffs. "Es un jugador que hemos estado siguiendo y nos gusta desde su tiempo en la Universidad de Syracuse", explicó Sam Presti, el general manager de los Thunder.