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LO PEOR DE LA TEMPORADA

Los 'Anti-Premios' de la NBA

Aprovechando los debates alrededor del MVP, Sexto Hombre o Jugador Defensivo del Año nos lanzamos con lo contrario. Lo peor de cada casa.

Actualizado a

Llega el final de la temporada regular la NBA comienza a debatir, algunos con más fiereza que otros, sobre los principales premios del curso: MVP, Rookie, Mejor Entrenador, Jugador Más Mejorado, Mejor Defensor, Sexto Hombre y Ejecutivo del Año.

En esta ocasión vamos a alejarnos un poco de estos galardones para crear unos todavía más debatibles: los 'Anti-Premios' de la NBA. ‘¿Qué es esto?’, os preguntaréis. Se trata de elegir a la peor estrella del año (anti-MVP), al peor entrenador, peor jugador de banquillo... y así con cada uno de los trofeos. Siempre, eso sí, teniendo en cuenta el grado de importancia del jugador y lo que se esperaba de él.

Antes de nada, explicaremos algunas de las estadísticas utilizadas para este artículo:

PER: Es la producción por minuto de un jugador.

PIE: Impacto estimado del jugador en las acciones del partido.

Ratio ofensivo: Puntos del equipo cada 100 posesiones mientras él está en el campo.

Ratio defensivo: Puntos permitidos por el equipo cada 100 posesiones mientras él está en el campo.

Net Ratio: Diferencia entre Ratio Ofensivo y Ratio Defensivo.

DRPM: Impacto defensivo del jugador. Estadística de ESPN que mide los puntos permitidos cada 100 posesiones.

Para no enredarnos más, vamos punto por punto con cada uno de ellos:

ANTI-MVP

Como se ha explicado, con este premio intentamos encontrar al 'peor Mejor Jugador' del curso. ¿Cómo lo hacemos? Buscamos a una estrella que haya estado entre los rumores al MVP durante años anteriores y que haya tenido una 'mala' temporada. No incluímos a 'veteranos' tipo Nowitzki, porque la edad no perdona, ni, lógicamente, a jugadores que hayan estado gran parte del curso lesionados.

Ganador: Kevin Love

Estuvo entre los 6-8 candidatos al MVP la pasada temporada a pesar de que teníamos claro que se lo llevaría Kevin Durant, y el cambio de equipo no le ha sentado bien. Fue tercero en PER en la 2013-2014 sólo por detrás de Durant y LeBron. Ahora, en Cleveland, es el 58º clasificado de la liga en dicha estadística, ha bajado sus números desde los 26,1 puntos y 12,5 rebotes de los Timberwolves a los 16,3 y 9,8 de los Cavaliers.

ANTI-ROOKIE DEL AÑO

No elegimos al peor novato, si no al que ha estado peor de entre los que considerábamos 'top' este verano.

Ganador: Nik Stauskas

Podría ser Gary Harris, pero la diferencia en la posición en el draft (19º) con Stauskas (7º) decanta la balanza. El escolta de los Kings no ha tenido suerte en su primer año. De entre los rookies que han jugado más de 50 partidos es el cuarto que peor PIE tiene, con 4, y el tercero peor si hablamos de PER, sólo superado por Harris y Dante Exum. El de los Jazz, número 5 del draft, también podría ser el elegido, pero su temporada, más allá de números, deja un mejor sabor de boca que la de Stauskas, que siendo un reconocido tirador en la NCAA se ha quedado en un irregular 35% (31% en triples). Su máxima anotación, 15 puntos en dos encuentros.

ANTI-DEFENSOR DEL AÑO

Ganador: Enes Kanter

Kanter es una fábrica de producir puntos. Ahora en Oklahoma, se entiende a la perfección con Westbrook y su pick&roll es una de las mejores armas ofensivas de los Thunder, pero en defensa falla. Su fama de mal defensor la lleva acompañando mucho tiempo, y las estadísticas lo refrendan. De los pívots titulares es el segundo que peor impacto defensivo tiene (DRPM), sólo superado por Jordan Hill. Permite un 63% de puntos del rival en el ‘area restringida’ (al lado del aro). Mejora en la pintura, con un 41%, pero cerca del aro sólo Pekovic, Dieng, Varejao, Monroe y Vucevic están peor. ¿Y si ellos están peor por qué Kanter es nuestro ‘anti-defensor’ del año? La respuesta, 0,5 robos y 0,4 tapones por encuentro. El que menos de entre los que hemos nombrado. La poca intimidación, algo que sí tiene, por ejemplo, Dieng, es otro de sus puntos débiles.

ANTI-SEXTO HOMBRE

Ganador: Caron Butler.

Tampoco es que de Caron Butler haya que esperar el galardón de Sexto Hombre, pero sí algo más de lo que nos ha dado esta temporada. Es su segunda campaña como suplente después de una década en la NBA, y no se adapta al rol. Con él en pista los Pistons atacan peor (97 puntos cada 100 posesiones y 102/100 sin él) y defienden algo mejor (102 por 104), pero Butler no produce. Su impacto en pista es el quinto peor de entre los suplentes, promediando sólo 5,8 puntos y un 40% en tiros en 20 minutos.

ANTI-JUGADOR MÁS MEJORADO

Cada temporada la NBA da un premio al jugador que más ha mejorado con respecto a la temporada pasada. Le damos la vuelta a eso y elegimos al que más ha bajado sus prestaciones este curso.

Ganador: Lance Stephenson

Fue uno de los candidatos a Jugador Más Mejorado el año pasado (ganó Goran Dragic), y el traspaso a Charlotte ha truncado un poco el progreso que estaba llevando en su carrera. De promediar 13,8 puntos, 7,2 rebotes, 4,6 asistencias y un 49% en tiros ha pasado a 8,2, 4,5, 3,9 y 37% en tiros. Poco más que añadir.

ANTI-ENTRENADOR DEL AÑO

Ganador: Brian Shaw.

El ex técnico de los Nuggets tenía una de las plantillas más largas de la NBA y no supo lidiar con ella. No encontró una rotación adecuada y no le dio demasiados minutos a jóvenes promesas como Kenneth Faried (27 por encuentro), que tras su despido ha aumentado su tiempo en pista y, con ello, sus prestaciones. Sólo ganó 20 de 59 partidos y, aunque el Oeste es muy potente, suena a poco para la plantilla que tiene. Derrotas ante Knicks, Lakers, Wolves, Sixers, Pistons, Celtics, Jazz... equipos de su nivel (o inferior) contra los que no pudo. Desde su despido, Denver ha ganado 10 de sus 22 partidos. Igual lo pudo haber hecho mejor.

ANTI-EJECUTIVO DEL AÑO

Ganador: Sam Hinkie (Sixers)

Hay una cosa con el ‘tanking’ que habría que aclarar y que se demuestra cada noche. No ‘tankean’ los jugadores, ‘tankean’ los ejecutivos. Lo vimos con los Lakers este año, ganando algunos partidos con los que nadie contaba. Lo mismo con los Knicks, Wolves o con los Sixers, franquicia que pese a lo que ha hecho Sam Hinkie ha competido (y jugado) bien durante ciertas fases del año. El GM de Philadelphia se lleva el galardón, y aquí las razones.

En tres años podría estar luchando por una final de conferencia, lo cual sería fantástico hablando de una franquicia histórica como los Sixers, pero hay formas (y formas) de llegar a eso. Hoy, en 2015, es la peor gestión de la NBA. Llegará un día en el que los Sixers tendrán la segunda ronda del draft entera para ellos. Qué manera de conseguirlas en traspasos. Y mal, además. En la noche del cierre de mercado, Hinkie se deshizo de dos de los mayores proyectos de Philadelphia, Michael Carter-Williams y KJ McDaniels, recibiendo un gran contrato como el de McGee, al que después cortarían, dos primeras rondas, una segunda y a Isaiah Canaan. Poco bagaje para dos buenos jóvenes. Philadelphia es la franquicia que menos gasta en salarios (54 millones) y sus movimientos (no su actitud en la pista) parecen dirigidos a un único objetivo: perder. Su intención, ganar en un futuro. Y para ello confían en Nerlens Noel y Joel Embiid, dos interiores que han sufrido lesiones graves antes de debutar en la NBA. También en un pick alto en este draft (veremos si otro interior) y en los agentes libres de 2016. Decisiones arriesgadas y que de momento lo único que consiguen es dejar por los suelos la imagen de los Sixers, un equipo que no tiene el peor récord de la liga pero que sin embargo cuando se piensa en ese famoso ‘tanking’ es el primero en salir a la palestra. Hinkie, culpable.