"Mis acciones estuvieron mal y no quiero recurrir una decisión basada en mi mala conducta. Respeto la decisión de la Liga al suspenderme y tomaré todos los pasos necesarios para asegurarme de que algo como esto me vuelva a ocurrir", comentó Jeffery Taylor, jugador de los Bobcats, sobre su sanción de 24 partidos tras declararse culpable por los cargos de "violencia doméstica y destrucción maliciosa de la propiedad"  que pesaban sobre él. El alero calificó de "apropiado" el castigo de Adam Silver, comisionado de la NBA.

También quiso pedir perdón a toda la familia de los Hornets y a la mujer a la que golpeó, con la que mantenía una relación amorosa. "Siento profundamente todo lo que pasó", aclaró a los medios de comunicación. Su grave y mala conducta le costará perder 200.000 de los 915.000 dólares que debería percibir esta campaña, al ser suspendido también de empleo y sueldo. Una decisión que la Asociación de Jugadores (NBPA) tildó de "excesiva". Asimismo destacó no haberse reunido aún con Michael Jordan, propietario de los Charlotte Hornets.