Segunda parte (primera aquí) del reportaje sobre la CBA China. En esta ocasión, charlamos con Sergio Sánchez, preparador físico del Liaoning , sobre las facilidades y problemas de los jugadores americanos en la liga.

En su equipo juega Lester Hudson, actual MVP de la competición y uno de los muchos americanos que han dicho 'no' a Europa para ir a Asia: "En el hotel, estamos el cuerpo técnico y los chinos en una planta y el americano en otra, seguramente en una suite especial. Son acuerdos a los que llegan cuando firman el contrato. No hacen toda la pretemporada con nosotros y cuando llegan no conviven con los que están en la residencia. Pueden beber alcohol cuando los chinos no, pueden salir de fiesta... sólo les piden un poco de discreción para que los de aquí no se molesten”, resume.

Esas libertades hacia los americanos cambian cuando entran en la pista y enfrente tienen al único equipo de la liga controlado por el Gobierno, el equipo del ejército chino. Los americanos de la plantilla sólo pueden jugar cinco cuartos en total y sólo uno juntos, sin que éste sea el último. "Uno juega el primero, otro el segundo, los dos el tercero y el último juegan la mitad cada uno. A nosotros nos beneficia, porque nuestros jugadores chinos son muy buenos”, comenta. "Es el único equipo contra el que tienes un régimen especial, pero no es tan agravante como el de la liga femenina porque allí tienen seis equipos del Gobierno", circunstancia por la que ya protestó el técnico español Lucas Mondelo, que trabaja en la liga femenina del país. "Lo hacen para potenciar la imagen del jugador chino, en vista de que en los últimos campeonatos su selección no ha tenido buenas actuaciones. Están un poco preocupados".

¿Cómo es la relación entre el jugador chino y el americano? Sergio lo explica: "El chino es muy cerrado. La barrera del idioma es grande porque casi nadie habla inglés. Si el americano se gana el respeto en la cancha no hay ningún problema, como es nuestro caso con Hudson. Sé de otros equipos en los que la relación es más distante porque tienen más privilegios, ganan más, no hacen toda la pretemporada, tiran más... depende mucho de la personalidad del americano. Los que vienen ahora vienen en una edad donde pueden cumplir más, no como antes", asegura. Algunos de los NBA que han llegado esta temporada a la CBA son Michael Beasley, Andray Blatche, Jordan Crawford o Miroslav Raduljica.

Los americanos no realizan los seis meses de pretemporada, sólo trabajan el último mes, y cuando llegan están en un hotel de cinco estrellas, también cerca de las instalaciones deportivas, "pero sin convivir con los que están en la residencia", resume.

Por último, para jugar en la CBA, todos los jugadores tienen que pasar un test físico para que su licencia sea tramitada. De ahí la pretemporada tan extensa. "Exige que un mes y medio antes de las pruebas tengas que comenzar a prepararlas".