Derrick Rose compareció por primera después de que el base de los Bulls pasase por quirófano a finales de febrero por un desgarro en el menisco de la pierna derecha. En principio, el tiempo estimado de recuperación se fijó en torno a cuatro o seis semanas. Por lo tanto, estaría disponible para los playoffs. “Volver esta temporada; ése es el plan”, admitió Rose. “Cuando me encuentre bien, volveré a jugar. Aunque no sé cuándo será eso”.

El base no quiere arriesgarse. “No tengo presión, especialmente con este equipo. Contamos con una gran plantilla. Mis compañeros insisten en que me tome el tiempo que necesite. Cuando esté realmente recuperado, volveré”. Rose ya ha comenzado su puesta a punto: empezó a montar en bicicleta la pasada semana y ya afinó puntería antes del partido que los Bulls jugaron ante los Grizzlies (91-101), aunque sigue sin saltar o apoyar peso sobre su rodilla. El de Illinois es uno de los tres jugadores lesionados en la franquicia de Chicago: Gibson sufre un esguince de tobillo y Jimmy Butler, problemas en el codo izquierdo.

No es la primera vez que Rose se lesiona. Se perdió la temporada 2012-13 por un desgarro en el ligamento anterior de la rodilla izquierda y la campaña pasada disputó sólo 10 partidos por una lesión de menisco en la rodilla derecha. Hechos que podrían variar los planes futuros de los Bulls que, en ese caso, buscarían refuerzos en la posición de base para guardarse en salud o cambiarían su planificación. “Si sienten que lo necesitan, es asunto suyo. Sé que cometerían un gran error, pero yo no soy el dueño, ni el general mánager, ni el presidente. Sólo soy el jugador. Mi trabajo consiste en salir y jugar lo mejor posible cada noche para intentar ganar partidos. No puedo volverme loco con estas cosas”.