Presente y futuro, Pau Gasol y Niko Mirotic son las mejores noticias para Chicago Bulls ahora que se han juntado en la lista de bajas Derrick Rose y Jimmy Butler y con Joakim Noah lastrado por problemas físicos durante toda la temporada. Uno es de la cantera del Barcelona y lleva en la NBA catorce años; el otro se hizo como jugador en el Real Madrid y apenas lleva unos meses en la gran Liga. En Chicago se cruzaron sus caminos, uno de vuelta y otro de ida, en lo que fue una noticia excepcional para Mirotic, que encontró en el de Sant Boi al mentor perfecto.

“Cuando estaba en el Madrid seguía sus pasos”, asegura el español de origen montenegrino en un reportaje de K.C. Johnson para el Chicago Tribune, “pero no le conocía en persona hasta que nos vimos en Chicago: la conexión fue instantánea. Para mí fue como un sueño enterarme de que iba a jugar conmigo. Cuando firmé con los Bulls todavía no se sabía nada. Está siendo una ayuda enorme para mí, lo fue sobre todo durante las primeras semanas. Me puede sentir muy afortunado en ese sentido”.

Para Mirotic, jugar al máximo nivel es una de las cosas que traía aprendidas de la ACB. Para él, el Real Madrid fue una escuela inmejorable: “Jugué muchas finales con el Real Madrid, me jugué muchas veces el último tiro… así que no siento presión cuando estoy en pista en un último cuarto. Sé que la NBA es otra dimensión pero me siento muy cómodo en los minutos trascendentales”.

Pau le devuelve los cumplidos. Desde que su rol se ha potenciado por la lesión de Gibson y los problemas de Noah, Mirotic promedia 20,1 puntos. De ellos, 9,6 llegan en esos últimos parciales: “Sabe jugar. Se acerca al aro si le marca un alero y sale fuera si se empareja con un ala-pívot. Le intento ayudar, le digo que si tiene defensores menos rápidos lo aproveche, que finte el tiro y penetre…” asegura un Gasol que se siente en buena medida identificado con su compañero de equipo. El propio Mirotic sabe que es así: “Pau es europeo así que tuvo que pasar por todo lo que estoy pasando yo ahora. Sabe que para mí no es fácil, tenemos una gran relación. Le pregunto todo: cualquier duda, en todos los entrenamientos, en los partidos… Aprendo de él, de su experiencia. El baloncesto FIBA es totalmente diferente al que se juega aquí en la NBA, y si eres novato se nota mucho. Hay que adaptarse, hacer muchísimos ajustes. Así que trato de seguir su ejemplo, fijarme en cada pequeño detalle…”.