ANÁLISIS | GOLDEN STATE WARRIORS

Warriors: un juego de niños convertido en campeonato

La plantilla explica la locura de sus entrenamientos, la base de un lenguaje corporal que les ha abierto el camino hacia las primeras Finales desde el 75.

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Warriors: un juego de niños convertido en campeonato

"Al final, es sólo un partido de baloncesto", respondía Steve Kerr cuando le preguntaban sobre la presión de jugar las Finales de la NBA. Son las primeras para los Golden State Warriors desde 1975, las primeras del propio Kerr en su primer año  como entrenador, las primeras de Steph Curry, Klay Thompson, Draymond Green, Andrew Bogut, Harrison Barnes, Andre Iguodala, Shaun Livingston... las primeras de prácticamente todo Oakland.

Plantilla

Stephen Curry*

Klay Thompson*

Harrison Barnes*

Draymond Green*

Andrew Bogut*

Shaun Livingston

Justin Holiday

Brandon Rush

Leandro Barbosa

Andre Iguodala

David Lee

Marressee Speights

Festus Ezeli

El camino a las Finales

Liga Regular: 67-15

Primera ronda: 4-0 vs. NOP

Semifinales: 4-2 vs. MEM

Final Oeste: 4-1 vs. HOU

Estadísticas en Playoffs

Puntos:

Stephen Curry (29,2).

Rebotes:

Draymond Green (10,8).

Asistencias:

Stephen Curry (6,4).

Robos:

Stephen Curry (1,9).

Uno echa la vista atrás y recorre de nuevo los nueve meses que han pasado desde que se iniciase la temporada y no puede pensar en otra cosa que no sea un anillo de campeón para los Warriors. No después de esos 82 tremendos partidos (67-15) y del efectivo (y no tan brillante) 12-3 en estos Playoffs. Contra Golden State aparece la versión más militar de LeBron James y un ejército de soldados que mueren al dictado de su '23'. El LeBron más 2009 que se recuerda. Pero ante Golden State también aparece la presión de culminar una temporada histórica, la presión de la inexperiencia y el agobio por el "y si... " (hola, Oklahoma City), porque hoy en día estar en las Finales año tras año es una utopía, un guiño de la suerte (infortunios, lesiones, etc...) que, de momento, sólo ha sonreído al mejor jugador del planeta.

Los Warriors han tenido suerte este año. La suerte necesaria para completar 82 partidos de Liga Regular y 15 de Playoffs sólo con el golpe en la cabeza de Klay Thompson. El escolta estará desde el Game 1 y obviamente será vital. Entre él y Curry suman casi 50 puntos de media en la postemporada (19,1 y 29,2). A su lado, un Harrison Barnes en el mejor momento de su carrera, el factor X de esta plantilla, rápido en defensa, peligroso en transición y con una capacidad creciente para jugar al poste y compartir zona en un posible small-ball con Draymond Green, el pilar de Kerr. Ha ido de más a menos desde el primer partido ante los Pelicans hasta el último contra Houston, pero su versatilidad en ataque y en defensa es clave no sólo para limitar a LeBron, sino para abrir el ataque de los de Oakland. Entre él, Barnes e Iguodala se encargarán de James mientras Bogut sella la pintura y los Splash Brothers borbardean en estático y se lanzan en unas transiciones que pueden hacer daño a los Cavaliers. Por plantilla, el anillo debería ser suyo.

Golden State fue la mejor defensa, el segundo mejor ataque y el más rápido (100 posesiones por partido) de la NBA. En Playoffs esos números han bajado. Juega algo más lento (96) por influencia directa de las series contra New Orleans y Memphis, y en esta postemporada está siendo la cuarta mejor defensa y el segundo mejor ataque. La clave, no desconectar. Y eso enlaza con su estrella.

Steph Curry es el líder en anotación, en asistencias... y en lenguaje corporal. En los casi 100 partidos de este año el base ha mostrado una extrema facilidad para hacer las cosas, una sintonía entre su cuerpo y el balón que pocas veces habíamos visto antes. Como todos, juega mejor cuando se siente más cómodo, cuando los tiros entran y el juego fluye. Con los años ha aprendido que todo es más fácil con mejores selecciones de tiro (aunque a veces eso le dé igual) y, más allá de hijas y Vines, ha sido el protagonista de la temporada.

De él nace el juego alegre de los Warriors. Las risas en partidos apretados y los bailes cuando todo está decidido. Un patio de recreo que empezó a construirse en los entrenamientos. Durante los primeros diez minutos de cada sesión, la plantilla de Golden State se reta a anotar de una canasta a otra. "Si entras en ese momento verás balones por el aire todo el rato", explica Curry al New York Times. Surgió, como resumen los jugadores, por 'accidente'. Brandon Rush lo probó un día y Steph fue el primero en sumarse al reto. A partir de ahí, todos. "Es sólo baloncesto... entonces, ¿por qué no pasarlo bien?", reconoce Ezeli, que admite que Curry es el mejor. Un psicólogo explica los beneficios de estos ejercicios: "Se trata de un entrenamiento 'extremo'. Cuando trabajas en algo que va más allá de lo que requieres en el día a día, después tu trabajo se hace mucho más fácil", comenta John Fontanella.

Estos son los Warriors, una banda de amigos, niños en el recreo: el mejor equipo de baloncesto del planeta.