WNBA

Cruz: "El anillo es la recompensa a una vida de sacrificios"

El próximo día 27 cumplirá 29 años e iniciará su tercera temporada en el Oremburgo. Es la segunda española, tras Amaya Valdemoro, en ganar el anillo en la WNBA.

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Cruz: "El anillo es la recompensa a una vida de sacrificios"
Rodolfo Molina DIARIO AS

Enhorabuena, Anna.

Gracias. Ganar el anillo de la WNBA ha sido la recompensa a toda una vida dedicada al baloncesto, a todos los sacrificios que he hecho: estar lejos de la familia, de los amigos... Un sueño hecho realidad.

Sea sincera, ¿pensaba que llegaría hasta aquí?

Empecé a jugar a los seis años porque el baloncesto me gustaba. Nunca me planteé dedicarme profesionalmente al baloncesto y resulta que he llegado hasta lo más alto.

¿Cómo fueron sus comienzos?

Nunca hay que olvidarse de las raíces. Todo esto de ahora es gracias a la gente que desde pequeña confió en mí. Empecé con mi hermano en los Maristas de Badalona, después en el Gitanjali, el Badalona Bàsquet Club, el Barça­, con Carme Lluveras de entrenadora, Burgos, Olesa-Español, Rivas, Oremburgo...

¿Esperaba tener la repercusión mediática que ha tenido?

No y ojalá que esto durase toda la vida, pero desgraciadamente, creo que dentro tres días todo se habrá olvidado.

¿Cómo son las Lynx?

Cuando hablé con mis padres les decía: “No sé que hago yo aquí porque todas estas jugadoras son estrellas; esto es como la selección de Estados Unidos y yo he venido a ser la base”. Llegar a la final y ganar el título no fue fácil, pero pensé: ¿Por qué no luchar para ganarla?

Siempre ha llevado el número 15. ¿Por qué ahora el 51?

Cuando llegué Nueva York estaba cogido; cambié el orden.

¿Cómo fue la celebración?

Ya se sabe que los estadounidenses lo exageran todo, todo lo hacen a lo grande y lo tienen muy bien calculado. Hicimos una ruta por Mineápolis en coches descapotables con todos los aficionados en las calles. Ver a casi veinte mil personas en pabellón lo dice todo: fue como en las películas.

Entre ellos, estaba Prince.

—Creo que soy la primera española que ha visto un pase privado de Prince, aunque no tengo pruebas, no podíamos llevar móviles.

¿Qué era eso de ¡Fucking Cruz!?

Aquí mis compañeras de Selección me llaman Fido Dido, Gremlin o Correcaminos. Allí, mi entrenadora Cheryl Reeve se enfadaba muchas veces conmigo y decía: "!¡Fucking Cruz!’" (¡joder, Anna!) así que todas la jugadoras me llamaban así, aunque la entrenadora no lo supo nunca. A me gusta que me llamen simplemente Cruz y le estoy muy agradecida por todo lo que confió siempre en mí.

¿Ya le han dado su anillo?

No. Será la próxima temporada y también seremos recibidas oir Obama. Cuando lo tenga no viajará conmigo, se quedará en Badalona, bien guardado.

Debutó en la WNBA el año pasado con las New York Liberty. ¿Lo recuerda?

Eso no se olvida. Acababa de llegar, con todo el jet lag y sin saberme los sistemas: fui directa al partido, hice la rueda de calentamiento y entré a falta de seis minutos. Anoté mi primer tiro a canasta, sólo llevaba dos minutos en pista, y uno de los árbitros del vio que llevaba puestos los pendientes y me obligó a retirarme de la pista. Intenté quitármelos, pero no pude y no salí más. Me tuvieron que cortar un pendiente con unas tenazas.

¿Se considera ambiciosa?

Si quieres crecer como jugadora te tienes que marcar retos. pero como persona sigo siendo la misma de siempre.

Y ahora se va a Rusia a jugar con el Oremburgo.

Sí, me toca cambiar el chip; olvidarme de todo esto.

¿Volverá a la WNBA el próximo verano?

No sé lo que haré porque están el Preolímpico y a lo mejor Juegos con la Selección. Si al final puedo compaginarlo, como he hecho este verano, me gustaría volver a Minnesota.

Estar en los Juegos, ¿sería otro sueño hecho realidad?

No me gustaría tener que escoger entre una cosa u otra, pero si puede hacerlo como en estos dos últimos años, estar en los Juegos del año próximo sería otro sueño cumplido.