ROCKETS 110 - WARRIORS 114

Los Warriors (30-2), el mejor equipo de la historia a 1 de enero

Sin Curry, pero con el quinto triple-doble de Draymond Green y 38 puntos de Klay Thompson. Los Bulls del 72-10 llegaron 25-3.

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NBA

Año nuevo, vida nueva... oh wait. No iban a perder dos seguidos. Tras doblegar a los Houston Rockets en la noche de fin de año, los Golden State Warriors cambian 2015 por 2016 con un monstruoso 93,8% de victorias (30-2), el porcentaje más alto de la historia de la NBA a 1 de enero: un récord más. Con Luke Walton al timón y Steve Kerr viajando con el equipo (su vuelta parece estar muy cerca), Stephen Curry presenció desde el banquillo cómo se olvidaban sus compañeros de la noche anterior. Después de ser vapuleados por los Mavericks en el primer partido del curso sin el MVP (hasta hoy, 1-6 sin él en las últimas tres campañas), Klay Thompson y Draymond Green ya habían tenido suficiente. El ala pívot firmó su quinto triple-doble de la temporada (10+11+16, el que más de la NBA), logrando además su mejor marca como asistente, y el otro Splash Brother se fue hasta los 38 puntos (tercer partido del curso con +35) para acabar como máximo anotador del choque. Siguen pisando fuerte.

James Harden (30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) y Dwight Howard (21 tantos con un solo fallo en el tiro, 13 capturas y ¡5 pases de canasta!) hicieron lo que pudieron, pero lo cierto es que hasta estos Warriors (con 'hasta estos' me refiero a sin Curry, sin Barnes, sin Barbosa y sin Ezeli) son mejor equipo que los de la Cluth City. Con 16 victorias y 18 derrotas llegan los Texanos a 2016, tras perder tres consecutivos, seis de los últimos 10 y con todas las dudas del mundo. Se están salvando gracias al paupérrimo nivel exhibido hasta ahora por los equipos de media tabla del Oeste, pero podría ser un conjunto candidato a buscar algún traspaso en los próximos meses (opinión).

El partido fue muy disputado. Sin Curry, aún no recuperado del todo de sus problemas en la pierna izquierda, a los de La Bahía les falta ese punch que suele acabar con el 80% de los rivales antes de que arranque el último cuarto. Sin embargo, los campeones saben competir en cualquier situación: batalla a batalla. Ganaron el rebote (+10), repartieron ¡35! asistencias (+14) y lanzaron más y mejor. Había que suplir las 18 pérdidas, su talón de Alquiles autoconcedido.

El MVP vibró desde el banco, y con americana, con cada uno de los seis triples de Klay ("Lo de ayer fue vergonzoso. Tenemos todas las excusas del mundo, pero no queríamos irnos 0-2", aseguró el escolta), y celebró casi tanto como la victoria el triple-doble de Green (buscó el décimo punto al final, con el partido sentenciado). Una vez más, y en esta ocasión con muy pocos recursos (o muchos menos de los habituales, en todo caso), los Warriors salen victoriosos de una situación comprometida. Al final, 30-2. Mejor que Jordan, Pippen y compañía por estas fechas (25-3). Mejor que nadie.