A Mikhail Prokhorov se le ha agotado la paciencia. La mala marcha de los Nets (únicamente los Sixers cuentan con un pero balance en la Conferencia Este: 10-27 por 4-35) ha hecho que el multimillonario ruso despida al técnico Lionel Hollins (en el cargo desde el verano de 2014 y que se marcha con un balance de 48-71 tras ser el encargado de situar a los Grizzlies en el mapa) y al general manager Billy King (desde 2010). King, muy criticado por sus decisiones en los despachos, seguirá formando parte de la franquicia. El hasta ahora entrenador ayudante Tony Brown tomará las riendas del equipo en calidad de técnico interino hasta el final de la presente temporada. El puesto de general manager quedará vacante por el momento a la espera de encontrar a un candidato que asuma el cargo.

"Después de una cuidadosa deliberación, he llegado a la conclusión de que ha llegado el momento para un nuevo comienzo y de visión en el rumbo del equipo. El tomar ahora esta decisión permite a nuestra organización disponer de lo que queda temporada para evaluar diligentemente a los candidatos. Queda claro que, dada la actual situación, necesitamos un nuevo liderazgo. Con el entrenador y dirigentes correctos, vamos a crear una cultura ganadora y dotar a Brooklyn de una identidad y un equipo del que pueda estar orgulloso. Nuestra experiencia nos guiará de cara al futuro", explica el propio Prokhorov a través del comunicado oficial emitido por la franquicia de la que es propietario desde mayo de 2010.

Cuando se hizo oficial la compra de los Nets (entonces aún en New Jersey) por parte del magnate ruso, este prometió que en cinco años la franquicia estaría celebrando un anillo. Unas expectativas tan altas que permiten calificar de fiasco su, hasta el momento, etapa como último y máximo responsable de un equipo que en la temporada 2012-13 se mudó a Brooklyn. En esta cuarta campaña en la que cuentan con el Barclays Center como pabellón, los ya expupilos de Hollins estaban firmando el peor curso desde la mudanza.

Ahora, tras una serie de proyectos grandilocuentes plagados de all stars ya en decadencia (Paul Pierce, Kevin Garnett o Deron Williams han pasado o se encuentran aún allí), Prokhorov (del que se dice que en última instancia todas las decisiones importantes llevan su rubrica) parece optar por un completo cambio de rumbo. Algo a lo que va a acompañar la reducción de la masa salarial de cara al próximo curso. Tienen comprometidos 59 millones de dólares por los 90,6 del actual (el sexto mayor equipo que más gasta en jugadores). Aunque eso sí, lejos de los 107 millones (197 incluyendo las tasas del impuesto de lujo) que invirtieron en la 2013-14. Tanto dinero únicamente se ha traducido en una única serie ganada en Playoffs: en 2014 ante los Raptors. En 2013 y 2015 cayeron en primera ronda ante los Bulls y Hawks, respectivamente.