A Marc Gasol no le gustó nada perderse el primer partido del back to back entre los Grizzlies y los Cavaliers. El pívot no viajó a Cleveland, aunque sí jugó y resultó fundamental en el triunfo de los osos en Memphis ante los actuales campeones (sin LeBron, Irving y Love) esta última madrugada. Tal y como explica Ronald Tillery en 'The Commercial Appeal', el mediano de los Gasol tenía el equipaje preparado para poner rumbo a Ohio. "No me gustó ni un pelo. Fue una decisión completamente contraria a mí", anunció Marc.

Acto seguido, explicó qué hizo tras conocer que se quedaba en Memphis. "Te muerdes la lengua y dices: 'Sí, señor'. Luego te tomas un vaso de vino y tratas de dormir un poco. No te queda otra que asumirlo, aunque no te guste", prosiguió.

A principios de curso, David Fizdale anunció su predisposición a dejar sin jugar a sus hombres más importantes en determinados encuentros con la intención de preservarles en el mejor estado físico posible y minimizar el riesgo de posibles lesiones. Para ello, el técnico aterrizó acompañado de un equipo de analistas y expertos en la nueva ciencia deportiva de gestión de datos y estadística avanzada. El propio Marc Gasol realizó un pacto con Robert Pera (propietario del equipo) en el que prometió seguir las recomendaciones de este nuevo equipo. Así lo hizo a comienzos de esta semana, pero su frustración está ahí: "Hay tantos hombres gastando su tiempo mirando los números que tienes que confiar en ellos. Es gente con mucha experiencia y preparación. Saben mejor que yo lo que hacen".

De los 27 partidos que los Grizzlies han disputado hasta el momento, el español ha participado en 25. A comienzos de noviembre también descansó en la primera visita del curso a Minneapolis. Sus ganas por estar presente en cada encuentro son tan comprensibles como las de los Grizzlies por cuidar a su jugador franquicia (más aún tras la lesión de larga duración de Mike Conley, el otro gran referente). Y es que conviene recordar que Marc se fracturó el pie derecho a comienzos del pasado mes de febrero. Un percance que le obligó a pasar por el quirófano y a tener que renunciar a ir los Juegos con la Selección. Tardó ocho meses en volver a disputar un partido.