NBA | DRAFT 2017

¿Puede un padre costarle a su hijo el número 1 del draft?

Lonzo Ball es según las previsiones uno de los dos mejores jugadores del draft. Pero, ¿preocupa el carácter de su padre a los equipos?

0
¿Puede un padre costarle a su hijo el número 1 del draft?

Lonzo Ball es una de las razones por las que UCLA es uno de los grandes favoritos en el March Madness… y también una de las razones por las que el draft 2017 es uno de los más esperados de los últimos años. Nadie le deja fuera del top-3 y algunos le ven como número 1 aunque lo más normal es encontrarle en casi todos los mock drafts en el 2, por detrás de otro base con condiciones para ser verdaderamente especial: Markelle Fultz.

Ball tiene cosas de genio: anota, lidera, hace mejor a su equipo en cuanto pisa la pista… Pero también tiene un padre que puede acabar siendo una mosca cojonera para el equipo que se haga con él: LaVar Ball tiene en la más alta estima a sus hijos (no solo a Lonzo, también a LiAngelo y LaMelo, que también acapara ya highligths con 15 años) y tiene una enorme bocaza que le ha convertido ya en una presencia constante en los medios estadounidenses. Su galería de lindezas comenzó cuando aseguró que su hijo Lonzo era ya mejor que Stephen Curry. Después se metió en un charco del que salió como pudo al asegurar que este sólo jugaría en los Lakers. A partir de ahí: que si él habría batido en un uno contra uno a Michael Jordan, que si quería un contrato de millones de dólares para que sus tres hijos calcen zapatillas Nike… Muchos ya le consideran un tipo insoportable y una fuente de futuros problemas para el entorno de Lonzo y sus hermanos. Algunos tratan de ser más indulgentes y aseguran que se trata tan solo de un padre que se divierte diciendo esas cosas y se vuelva en apoyar a sus hijos.

Sea como sea, ya se ha generado el debate con el que por lo demás sería uno de los jugadores más esperados en la NBA 2017-18: ¿puede LaVar hacer que Lonzo Ball caiga fuera del top 3 del draft? La cuestión puede ser legítima si se considera que las franquicias miden hasta el último detalle antes de invertir en jugadores que pueden ser decisivos en su futuro a medio y largo plazo.

Steve Kerr es uno de los que ha asegurado abiertamente que el padre desde luego no hace ningún favor a los suyos: “Sigue acaparando titulares y supongo que es lo que quiere. Pero creo que así no ayuda a sus hijos. Lo mejor para ellos sería estar jugando y divirtiéndose y no tener que estar escuchando ciertas cosas a todas horas”. Lonzo se lo toma con calma: dice que su padre es así y que ahora, sencillamente, tiene siempre una cámara delante.

Los general manager a los que se ha consultado, sin embargo, siguen pensando que será número 1, 3 o seguramente 2: “Nadie le presta haciendo en realidad a lo que dice o deja de decir su padre. Lonzo es uno de esos jugadores que puede transformar un equipo, hace cosas que no se pueden enseñar. Mejora a sus compañeros cada vez que está en cancha. Tiene un talento que no se puede enseñar, es innato”. Para los directivos NBA, otra cuestión sería que el carácter complicado fuera suyo y no de su padre. Otro de los que han hablado con RealGm lo ha dejado muy claro: “La historia no verá con buenos ojos a un equipo que decida no elegir a Lonzo Ball teniendo la oportunidad de hacerlo. Hemos visto a jugadores en situaciones familiares más difíciles a los que les ha ido de maravilla en la NBA”.