Sólo falta una jornada para echar el cierre al Top-16, pero lo cierto es que sólo hay una plaza decidida entre los cuatro primeros puestos de cada grupo (los mismos que dan acceso y deciden los cruces del playoff de cuartos de final). Sólo el Olympiacos sabe que pase lo que pase la semana que viene concluirá en la tercera posición del grupo F. Así que el Olympiacos-Nizhny Novgorod será el único partido sin nada en juego. Tanto en Berlín, Belgrado, Estambul (en dos ocasiones), Madrid, Málaga y Milán disfrutaremos de la emoción de la Euroliga hasta el final.

CLÁSICO. Por mucho que se vengan repitiendo en los últimos años, un Barcelona-Real Madrid siempre es especial. Nadie se quiere perder un partido que enfrenta a los dos grandes del baloncesto español y a dos de los colosos (y máximos favoritos al título) del basket del Viejo Continente. Lo cierto es que a los catalanes les urgía más la victoria, así que en los dos últimos minutos (tras un empate a 78) los locales decidieron ante un Madrid que dio una imagen totalmente distinta a la ofrecida durante su última visita (en la Liga Endesa, en los últimos días del ya lejano 2014). Así que más o menos, todos contentos. El Barça sumó su segundo triunfo del curso ante el máximo rival (que ya les dejó sin Supercopa, Copa y les apalizó en la ida del Top-16 en Madrid: 97-73) y aún puede acabar primero del Grupo E. Pero depende de trceros, y ahí es donde salió victorioso el Madrid, que salvó el basket average y depende de sí mismo para conseguir acabar por primera vez líder de un grupo del Top-16 desde que este está compuesto por 8 y no por cuatro equipos. Por su parte, los de Pascual deberán esperar el favor del Zalgiris en el Palacio (algo poco probable) y ganar a domicilio y sin público a un desahuciado Galatasaray. Sin hacer ruido, el Barcelona ha completado una vuelta inmaculada. En lo que respecta al Clásico, Hezonja (volvió la mejor versión de 'Super Mario'), Tomic y Rudy destacaron.

¿CAMPANADA DEL ALBA? La temporada del Alba Berlín es para quitarse el sombrero. Arrancó con una victoria in extremis en un amistoso ante el campeón de la NBA: los San Antonio Spurs. Pero ahora están ante un reto mucho mayor, conseguir el billete para los cuartos de final. Y para ello les basta con ganar al Maccabi en el O2 de Berlín. Partido a vida o muerte. En caso de perder, los alemanes (que hicieron historia con el MVP Alex Renfroe al ser el primer equipo teutón que gana al Panathinaikos en su cancha) quedarían matemáticamente eliminados al perder en el average con los griegos. Pero si les da por ganar al actual campeón y los atenienses ganan en Belgrado (el Estrella Roja no se lo pondrá fácil, ya saben cómo son las rivalidades en los Balcanes), el Maccabi quedaría eliminado en el Top-16 al tener peor balance de victorias/derrotas en sus duelos directos.

BASKONIA. Mientras, en el grupo F la victoria del Efes sobre el Armani Milán complica las opciones de un Laboral Kutxa que brilló el jueves ante el Fenerbahçe. El partidazo de Nemanja Bjeliça ante su exafición (24 de valoración) no fue suficiente para los turcos. Precisamente, los de Ibon Navarro quedan ahora en manos de los de Obradovic, quienes reciben al Efes de Ivkovic. Si el Fenerbahçe gana podrían aún quedar primeros de grupo (siempre y cuando el CSKA pierda en Milán) y evitar cruzarse en cuartos con el Real Madrid o Barcelona. Pero si pierden, quedarían automáticamente segundos y el Efes sería cuartofinalista. Así que al Baskonia sólo le queda ganar en Málaga, aunque antes de comenzar el partido ante el Unicaja ya sabrá si tiene opciones o por el contrario está fuera de la máxima competición continental.

MARJANOVIC. El gigante serbio del Estrella Roja está atravesando su mejor año. No hay duda, y prueba de ellos son los 15 dobles-dobles que acumula esta temporada entre la segunda fase y la liga regular. Una cifra a la que nadie había llegado en una sola temporada de la Euroliga (Tanoka Beard, con 14 posís dicho récord). En la ajustada derrota de los de Belgrado en Kaunas, este pívot sumó 14 puntos, 12 rebotes para 27 de valoración. No es casualidad por ello que sea el más valorado (25,6 por partido) de la competición. Además de él y del ya mencionado Renfroe, otros nombres propios que destacaron fueron los de Heurtel (26 puntos del francés al Armani) y los 27 de valoración de Kuzminskas y Golubovic.