Este es su tercer All Star (2012, 2015 y 2017) después de que en el anterior, en Nueva York, protagonizaras el salto inicial con tu hermano Pau…

Sí, y lo afrontas con ilusión, con ganas de pasarlo bien y de representar a los Grizzlies y a la ciudad de Memphis que me apoya tanto durante todo el año. Lo más importante de un All Star es pasárselo bien.

¿Fue más especial el primero por ser el del debut, el segundo por el salto con Pau o este porque le pone ya con tres en un estatus de jugador muy importante?

No lo sé, cada uno se valora de forma distinta, lo disfrutas y vives de manera diferente porque eres una persona diferente. Cada uno te pilla en un momento y una situación distinta… Al final en todos te sientes afortunado, agradeces a la gente que te apoya, en mi caso ahora más después de lo complicado que fue el año pasado, que para mí resultó especialmente duro. He podido recuperar mi nivel, incluso dar algún paso hacia adelante. Para mí ahora es importante tener esa seguridad y esa convicción.

Pero desde luego aquel salto inicial con Pau fue un momento único para ustedes y para el baloncesto español.

Sí, fue muy especial. Ese día había muchísima prensa española, más que ahora en Nueva Orleans… pero al final son cosas del deporte, que nos dio un momento precioso que ni siquiera se puede describir. Cualquiera que tenga un hermano podría imaginarse lo que siente al vivir una cosa como esa. Es un momento que guardamos y embotellamos para tener en nuestra memoria.

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Ha mencionado esa lesión en el pie que echó al traste el año pasado toda la segunda mitad de la temporada, los Juegos de Río…

Fue muy duro, estuve ocho meses sin poder competir. El simple hecho de poder comenzar la temporada me alegró mucho, y más hacerlo a muy buen nivel físico. Por eso estar aquí me enorgullece especialmente, es un regalo doble.

Recuperado de una lesión tan peligrosa, vuelve a ser para muchos el mejor pívot del mundo. Para todos uno de los tres mejores. ¿Se acostumbra uno a escuchar algo así constantemente?

No lo pienso, al final es muy subjetivo porque un día te dicen que eres uno de los tres mejores y otro te dirán que eres uno de los tres peores. Lo importante es cómo te sientes tú y qué piensan tus compañeros de ti. Al final todas las opiniones importan pero a unos les gustarán más unas cosas y a otros, otras. Lo que hay que hacer es trabajar, ser honesto con uno mismo y tratar de hacer todo lo posible para que tu equipo gane.

Pero nota que los jugadores sienten que eres un pívot dominante, siente el respeto de los rivales en la NBA.

Sí, pero siempre ha sido así, yo solo trato de mejorar y de ayudar a mis compañeros, hacer las cosas más fáciles a mi equipo. Al final lo importante es el respeto y la admiración de tus compañeros, ganarte eso en cada entrenamiento y en cada partido. Esto, el All Star, es una fiesta pero no es la vida real. La vida real para mí es Memphis, sin tanta atención mediática, y cada entrenamiento, cada partido, mi familia… Esas son las cosas por las que trabajas día a día.

Ese respeto de la NBA se lo ganó hace ya mucho tiempo como Marc y no como el hermano de Pau Gasol.

Los pasos de Pau son los suyos y los míos son los míos. Al final hemos seguido caminos muy diferentes. Es normal que se haya comparado porque somos hermanos, jugamos en el mismo puesto… pero hemos llegado aquí de formas diferentes, son caminos distintos.

En los Grizzlies se está convirtiendo en un pívot tirador, cada vez con más capacidad para jugar abierto y amenazar desde la línea de tres. Eso no lo tenía su juego antes.

El nuevo cuerpo técnico entendía así nuestra ocupación de los espacios y creen que así es como mejor podemos atacar y más puedo ayudar a mis compañeros. Para mí un reto que acepté. Lo importante es que al final resulte beneficioso para el equipo.

Durante los meses en los que estuvo recuperándose de una lesión en el pie que suele ser especialmente delicada en jugadores grandes y de mucho volumen como usted, ¿llegó a sentir que no volvería a ser el mismo jugador?

No pensaba en eso, solo en la recuperación, después en la rehabilitación, después en volver a jugar al baloncesto… Ahora me siento de maravilla, no he tenido ni una recaída.

En Nueva Orleans está usted pero también, en el partido de las jóvenes estrellas, Willy Hernangómez y Álex Abrines. Desde luego se sigue haciendo un buen trabajo en el baloncesto español…

Por mi experiencia, al final lo más importante es el trabajo que haces con la cantera. La próxima generación de jugadores se está gestando ahora mismo, así que los equipos tienen que invertir horas y esfuerzo porque esos jóvenes son el futuro. Nosotros, los que jugamos ahora a este nivel, somos el presente, pero lo que hay que hacer es que los chicos de 8 o 12 años que están jugando ya se enamoren del baloncesto, que pasen horas y horas jugando con el sueño de estar aquí algún día.

Porque nunca se sabe…

No. Cualquier jugador tiene opciones. Si yo mismo miro atrás, a cuando tenía 16 o 18 años, ni imaginaba algo como todo esto que estoy viviendo. Para mi es importante servir de motivación para los más jóvenes.

Es además una NBA que cada vez demanda más talento internacional y atrae a más jugadores. Y también cada vez más jóvenes.

En España hay mucho talento. Solo hay que ver los campeonatos de selecciones, en unos mejor y en otros peor pero España siempre está arriba. Si más europeos van a la NBA significa que los clubes podrán y tendrán que apostar por esas canteras que son muy buenas y de las, con razón, tanto nos enorgullecemos.

La Selección, por cierto, tiene Eurobasket este verano y querrá contar con Marc Gasol.

Mi intención es estar allí, después de lo del pasado verano quiero volver a jugar con esos chicos. Es algo muy, muy especial para mí.

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Creció viendo los All Star de los años 90 y ahora vuelve a estar aquí, con los mejores jugadores de baloncesto del mundo. No sé si es algo que de alguna manera se le sigue haciendo extraño…

Sí, además, yo tuve la suerte de estar en dos All Star, en Atlanta y Philadelphia, en los primeros años de Pau en la NBA. Recuerdo que Canal+ me dio un pase de prensa y pude entrar en los vestuarios, ver a aquellos jugadores… Me impresionó mucho, fue algo muy especial.

Esta vez el fin de semana es en Nueva Orleans y coincide con el Mardi Gras. No sé si tiene algún plan especial para estas dos próximas noches…

Algo tranquilo, supongo que iremos a cenar a algún sitio tranquilo. Ya me ha tocado venir aquí con los Grizzlies en pleno Mardi Gras y es espectacular.

El morbo del All Star estará en ver a Kevin Durant y Russell Westbrook otra vez en el mismo equipo. ¿Es algo en el que los demás piensan, algo que puede afectar al ambiente habitual en una cita como esta?

Le afectará a quién quiera que le afecte, a mí no. Yo vengo a disfrutar, a pasármelo bien, y no sé cómo está la relación entre ellos porque además son cosas personales. Quizá se esté sacando todo de quicio y no sea para tanto… No lo sé. No es algo que tenga que juzgar yo.

Después de tantos años en Memphis, ¿sigue echando de menos el Mediterráneo, la comida española…?

Siempre se echa de menos el Mediterráneo. Y la comida… aunque en Memphis hay sitios en los que encuentras los ingredientes necesarios y puedes preparar una paella, por ejemplo.

¿Cocina mejor que Pau?

Pau es más de plancha, de huevos revueltos… la cocina no es fuerte, aunque ha mejorado en los últimos años. Ahora se defiende mejor. Yo me independicé con 18 y tuve que espabilar antes que él para alimentarme…

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