TIMBERWOLVES 116 - SIXERS 110

Los nuevos Wolves se estrenan

Ricky reparte 9 asistencias en 26 minutos aunque también pierde 6 balones mientras, según su entrenador, "va conociendo" a sus nuevos compañeros. Bien Wiggins y Bennett.

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A Ricky Rubio le preguntaron sobre las diferencias entre los anteriores y los actuales Timberwolves: “Ahora tenemos un Kevin (Martin) y no dos”. Pero con la marcha de Kevin Love los Wolves no perdieron sólo un jugador, EL jugador (21,1 puntos, 13,4 rebotes de media en sus seis años en Minneapolis). Pero no se quedaron sin proyecto: simplemente mudaron de piel, que buena falta les hacía después de diez años sin playoffs y nueve sin llegar al 50% de victorias. En su cuarto de siglo de historia, la franquicia del frío ha tenido dos épocas aglutinadas en dos grande referentes: Kevin Garnett y Kevin Love, otra vez dos Kevins... El primero (20,5 puntos, 11,4 y 4,5 asistencias en doce asombrosas temporadas) ganó un MVP y llevó a la franquicia a una final del Oeste (perdida ante los Lakers) en un año en el que pudieron ser campeones. El segundo se ha ido sin un solo partido de playoffs disputado (por 47 de Garnett). Nunca, por unas cosas u otras...

Ahora empieza la tercera época, o eso quiere un equipo que apunta a dos/tres años vista de cara a ser realmente competitivo con un roster muy joven y de una extraordinaria proyección (piezas obtenidos en un trade que fue el último gran servicio de Kevin Love). Ricky Rubio, de repente un veterano, tiene 23 años aunque cuesta creerlo justo cuando se acaban de cumplir nueve años de su debut en la ACB. Andrew Wiggins y Zach Lavine tienen 19, Anthony Bennett y Shabazz Muhammad 21, Gorgui Dieng 24 y (los expertos) Thaddeus Young y Chase Budinger 26 y Corey Brewer y Nikola Pekovic 28. Por eso Flip Saunders, que vuelve al banquillo y que entrenó a Garnett, no piensa tanto en hoy como en mañana. Y por eso, porque tiene física pero busca química, se ha pasado los primeros días de training camp entrenando con balones de fútbol americano, haciendo concursos y organizando sesiones de magia con el mago Amazing Hondo. ¿La hora del recreo? Más bien la hora de aprender divirtiéndose. Ese es el nuevo estilo. Veremos hasta dónde llega.

En su segundo partido de pretemporada y después de perder ante Indiana Pacers, los Wolves ganaron a Philadelphia, otro equipo en plena reconstrucción y muy lejos de una futura versión competitiva. No digamos si comparece, como fue el caso, sin su esperanzador big-three: Carter-Williams, Noel y un Joel Embiid que se reunió antes del partido con Wiggins, su compañero en los Jayhawks de Kansas. Amigos y números 1 y 3 de uno de los (así debería ser) mejores drafts de la historia. Los Wolves ganaron (116-110) después de mantener durante casi todo el segundo tiempo ventajas que rondaron los diez puntos ante un rival que tiene mucha plancha por delante y en el que anotaron el exWolf Shved, Wroten (un backcourt extraño: uno piensa demasiado y el otro demasiado poco) y Sims, 17 puntos y 6 rebotes para el que será (durante la lesión de Embiid y junto a Beverley, el base de los Rockets) el titular con el sueldo más bajo de toda la NBA: 915.000 dólares.

Los Wolves son ya lo que seguramente vayan a ser todo el año: un equipo no demasiado competitivo pero muy divertido, con virtudes, lagunas y máquinas humanas de producir highlights como Wiggins o Lavine, que no saldrán de los top-tens, casi siempre asistidos por Ricky Rubio. El español, que apura negociaciones que pueden prolongar o acortar su estancia en Minnesota, jugó (26 minutos) un partido de menos a más en el que terminó con 8 puntos, 9 asistencias, 3 robos… y 6 pérdidas de balón. Falló sus tres tiros del primer tiempo pero anotó sus tres siguientes para un 3/6 superior al feo 1-6 del partido ante los Pacers, en el que dio 4 asistencias por 3 pérdidas. Así que en dos partidos, 13 y 9, un ratio malo que Saunders achaca a que todavía está “conociendo a sus compañeros”. El español es uno de los principales campos de trabajo de los Wolves: le han puesto entrenador de tiro y tratan de que sea una mayor amenaza anotadora y un mejor defensor integral a partir de sus claras virtudes como perro de presa sobre el jugador con balón. Wiggins anotó 11 puntos, otra vez con su seductor despliegue físico, Young 12, Lavine 15 y Bennett 13 (y 8 rebotes) en sus primeros minutos como jugador de los Wolves. Con mejores movimientos y mejor forma física, el número 1 del draft 2013 puede haber encontrado el lugar perfecto para reiniciar su carrera tras su salida en falso en Cleveland.

Las primeras rotaciones de Saunders dejaron claro que usará quintetos cambiantes en los que aprovechará la polivalencia de muchos de sus jugadores. Mo Williams (19 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias) será un fichaje muy rentable porque es junto a Kevin Martin el tirador más fiable de la rotación exterior. Ambos combinarán con Ricky, Lavine, Brewer e incluso Muhammad, con Budinger dando relevos como alero a Young y Bennett, que jugarán de tres y de cuatro con Pekovic y Dieng como anclas en la zona. Una excelente base para un equipo que será muy bueno más adelante, no tan pronto y seguramente no esta temporada, y que correrá mucho y tirará regular o mal. Y en que el timón, por ahora y renueve o no, es sin duda para un Ricky Rubio que mueve la máquina y que sacará chispas de Wiggins, Young o Lavine cada vez que meta sexta velocidad. Es, en definitiva, una temporada en la que el español se juega mucho más allá de las cifras finales de su próximo contrato. Que también…