LAKERS

Kobe: cinco fallos en cinco tiros decisivos esta temporada

El escolta de los Lakers ha fallado todos los tiros que ha tenido, cinco ya, para resolver partidos en el último instante. En finales apretados no pasa de un muy inestable 36%.

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Kobe: cinco fallos en cinco tiros decisivos esta temporada
STEPHEN DUNN AFP

Kobe Bryant acaba de superar a Michael Jordan como tercer máximo anotador de todos los tiempos en una temporada en la que, en el reverso negativo, también se ha convertido en el jugador con más tiros fallados en la historia de la NBA. Por encima de todo están sus 24,6 puntos por partido, la prueba de que ha conseguido volver tras un trance con las lesiones que parecía una losa definitiva para su carrera. Con 36 años, esos 24,6 puntos son un techo que jamás había rozado siquiera un jugador en su decimonovena temporada (el tope hasta ahora son los 14,6 de Kareem Abdul-Jabbar). Pero hay otro dato negativo y ciertamente sorprendente en lo que va de temporada: a Kobe le cuesta más que nunca ser decisivo y ha fallado los cinco tiros que ha tenido sobre la bocina o en los últimos segundos para ganar un partido. El último, ante los Thunder en el Staples. De los cinco, los Lakers (8-18) han perdido tres porque ganaron en la prórroga a Raptors y Spurs.

Los Lakers, pese a sus evidentes problemas de confección y gestión de plantilla, se las han apañado para competir en muchos partidos ante rivales claramente superiores (también han sido aplastados por Warriors, Mavericks… y hasta Pacers): hasta catorce de sus partidos (más de la mitad) se han decidido por un margen de menos de diez puntos. Es en esas situaciones que en Estados Unidos llaman clutch time (últimos cinco minutos con diferencias de cinco o menos puntos en el marcador) cuando Kobe ha sido tantas veces decisivo en su carrera pero no lo está siendo ahora. Es cierto que sin sus esfuerzos muchas veces ni se llegaría a ese final, pero no lo es menos que sorprenden ese 0/5 en tiros ganadores: ha fallado ante los Nuggets y con 86-86 (el partido se fue a la prórroga y perdieron los Lakers), ante los Wolves con 119-120, ante los Raptors con 109-109 (triunfo angelino en el tiempo extra y triple-doble de Kobe), ante los Spurs con 101-101 y a falta de dos segundos (otra victoria de su equipo en la prórroga) y finalmente ante los Thunder, que ganaron en L.A.103-104 tras el fallo final de Bryant.

Todavía sorprende más que en ese escenario, últimos cinco minutos y diferencia de cinco o menos puntos a favor o en contra de los Lakers, Kobe no está pasando del 36% en tiros: 28/77 en lo que va de curso. Y tan decisivo fue su papel en victorias ante los Raptors o los Kings como problemático su protagonismo frente a los Grizzlies (3/9 en dos partidos con un triples fallado con 103-100 y a falta de nueve segundos en el primero), el citado ante los Nuggets (3/11 en los diez minutos finales, prórroga incluida) o el primer duelo de la temporada ante los Clippers (111-118), una derrota con dos fallos de Kobe en los últimos 30 segundos, con 111-112 y 111-114 en el marcador.

Básicamente hay dos razones que surgen de forma obvia para explicar esta pérdida de precisión con el bisturí con respecto a sus mejores temporadas. Por un lado esos 36 años que cargan además, asunto decisivo, con más de 35 minutos de media por partido. Esto le impide conservar fuerzas y piernas para protagonizar actuaciones mucho menos masivas (para lo bueno y lo malo) y mucho más quirúrgicas. Esto enlaza con la segunda razón: el débil sistema ofensivo de Byron Scott tampoco propicia buenas situaciones de ataque: sólo el 23% de sus canastas en esos tramos decisivos de los partidos llegan tras asistencias de un compañero. Muchas veces las jugadas son simples aclarados con el resto de jugadores demasiado estáticos. Influye el carácter de Kobe, que siempre quiere esos últimos tiros, la incapacidad de Scott para cambiar esa dinámica o al menos canalizarla en mejores ataques y la poca jerarquía de una plantilla en la que nadie discute ese liderazgo y en la que apenas Nick Young (lo hizo ante los Spurs), y si se apura mucho Jeremy Lin, tienen recursos para jugarse esos lanzamientos o, tan importante o más, suponer como mínimo una amenaza para unas defensas rivales que se encuentran finalmente ante situaciones demasiado previsibles: el kobesistema, para lo bueno y para lo malo…