La actual clasificación en la depauperada Conferencia Este (hay cosas que no cambian: sólo cuatro equipos entrarían ahora mismo en la zona de playoffs en el Oeste) guarda poca relación con respecto a la de la pasada temporada y a la que se esperaba para este nuevo curso. Al menos en las dos primeras posiciones. Un espacio reservado a priori para las dos nuevas superpotencias: los nuevos Cavaliers de LeBron James y los Bulls de Derrick Rose y Pau Gasol. Sin embargo, tras tres semanas largas de competición los verdaderos jefes del Este son los Raptors y los Wizards, los equipos llamados a discutirles a Cleveland (séptima) y Chicago (terceros) un reinado que aún no se han ganado en la cancha.

Toronto Raptors, 1º con 11-2: A excepción de los Grizzlies de Marc, Toronto es el equipo de moda en la NBA. Y más tras la exhibición ofrecida antes de anoche en el Quicken Loans Arena (93-110 a los miismísimos Cavaliers) que les valió para seguir la estela de Memphis, en la cima de la NBA (12-2). El rápido estilo con el que juega el equipo de Dwane Casey no solo tiene a Canadá enamorada, sino que es efectivo: los dinosaurios son con +12,2 el mejor equipo en la diferencia entre puntos a favor (el segundo mejor ataque) y en contra (sexta mejor defensa). Y todo ello manteniendo el mismo bloque (añadiendo a Lou Williams, el héroe del triunfo en Ohio) con el que acabaron terceros de Conferencia el curso pasado. DeMar DeRozan y Kyle Lowry tiran de un equipo en el que, por poner un pero, Jonas Valanciunas parece haberse estancado tras su explosión de hace un año.

Washington Wizards, 2º con 9-3. Y tras los canadienses, asoma el equipo de la capital federal: Washington Wizards. John Wall tira del carro en una franquicia que sueña con Kevin Durant para el verano de 2016. Pero mientras tanto, mucho presente, como quedó claro tras la eficaz victoria en la madrugada de este viernes durante la visita de Cleveland (los de Blatt cayeron en 24 horas ante los dos líderes de su Conferencia). Para no haber contado con Bradley Beal (en teoría su segunda referencia ofensiva con permiso de un Paul Pierce que llegó este verano para aportar la experiencia necesaria en los momentos decisivos de la temporada) hasta esta misma semana, los de Randy Wittman se han comportado de manera ejemplar (todos los integrantes de su quinteto ideal lucen promedios anotadores en dobles figuras). Sin embargo, deben mejorar ante los rivales de primer nivel: sus tres derrotas han llegado frente a Miami, Toronto y Dallas.

Chicago Bulls, 3º con 8-5. El equipo de Thibodeau está acusando la plaga de lesiones que le azota desde el primer partido de la temporada. Derrick Rose apenas ha disputado cinco partidos y Pau Gasol, tras un inicio brillante y esperanzador, se ha perdido los últimos tres (esta madrugada cuenta con "muy altas" opciones de jugar en Salt Lake City), coincidiendo con una gira por el Oeste que empezó muy bien (triunfo en el Staples ante los Clippers) pero en la que les está siendo imposible mantener el ritmo (tropiezos ante los Kings y los Blazers). Dos derrotas a domicilio que acabaron con su inmaculado 0-6 con el que arrancaron como visitantes. Lo positivo que está dejando este viaje es el despegue de Mirotic: 14,3 puntos de media en él. Mientras, Jimmy Butler se ha destapado como la gran amenaza de estos Bulls. El escolta se está saliendo, tira del equipo en los momentos decisivos con el atrevimeinto y el descaro propio de los grandes jugadores. Ya hay quien le ve en Chicago como la próxima gran estrella. Condiciones no le faltan para seguir destacando en un equipo aún en fase de adaptación pero que ya ha dado alguna muestra de que hay que contar con él hasta el final.

Cleveland Cavaliers, 7º con 5-7. David Blatt no acaba de dar con la tecla en un equipo que depende en exceso de LeBron James. Cuando el alero está enchufado llegan las victorias (en las que está promediando 32,8 puntos, 7,8 asistencias y 7,2 rebotes: números de MVP), pero cuando baja sus prestaciones (19-6,1-5) los de Ohio se resienten sobremanera y llegan las derrotas. Lo cierto es que parecieron remontar el vuelo al encadenar cuatro triunfos consecutivos, pero una última semana horribilis ha sacado al descubierto todas sus carencias: empezando por un banquillo que apenas aporta lo que requiere un equipo campeón. Además, la química en su Big Three no es aún la esperada: Kevin Love está quedando señalado en defensa, el rendimiento de Irving no es tan determinante como se pensaba y LeBron ya ha dejado entrever que no se encuentra a gusto sobre el parqué, pese a que luego lo intente maquillar con sus declaraciones post-partido. Mucho frentes abiertos (incluido Dion Waiters) en la franquicia, pero que aún cuenta con margen de tiempo suficiente para reconducir el rumbo. Anderson Varejao, de los pocos que continúan en los Cleveland, vuelve a rendir a su nivel. Un motivo para la esperanza en medio del nubarrón en el que se ha convertido este inicio de curso para el señalado por muchos como máximo favorito al anillo.      

Resto de equipos. Miami Heat, un equipo llamado a estar en la pomada pese a perder LeBron James, ocupa la cuarta posición (8-6) pese a haber contado con un irregular rendimiento, en parte ocasionado por una baja de Dwyane Wade que ya se prolonga a los seis últimos partidos. Chris Bosh está maneteniendo a flote a los de Spoelstra (concluyeron en segunda posición la temporada pasada), junto con alguna aparición de Luol Deng y un Shabazz Napier cuya explosión se intuye cada día más cerca. Por su parte, Atlanta (6-5) y Milwaukee (7-7) se cuelan entre los ocho primeros, mientras que Philadelphia sigue sin conocer la victoria tras sus trece primeros partidos. El mayor bajón respecto a hace un año (algo lógico y esperado por otra parte) lo protagonizan los Pacers de un Frank Vogel que añora a Paul George: Indiana ocupa la décima plaza (5-8) tras haber concluido con el mejor récord de la Conferencia (56-26) este pasado mes de abril.